Flor de nochebuena tuvo buenas ventas

por Monsetrrat García

  · viernes 29 de diciembre de 2017

A pesar de la presencia de ambulantes provenientes de otras entidades, la venta de flor de nochebuena resultó positiva para el comercio local, señaló Teófilo Mario Gómez Su, propietario de un vivero comercializador de plantas, quien refiere vendió cerca del 100 por ciento de las piezas que adquirió para ofrecer durante esta temporada.

Dijo que el principal problema del comercio informal para la venta de la flor de nochebuena es que los ambulantes permanecen mucho tiempo en el municipio, pues llegan desde la última semana de noviembre y hasta la tercera de diciembre, tiempo en el que afectan al comercio local.

“Afortunadamente vendimos bien la nochebuena, a pesar que hay mucha competencia en la calle (…) es competencia informal, desleal. Ellos no tienen que pagar renta, muchas veces no pagan impuestos, ni sueldos, normalmente son familias que tienen su negocio en otros lados y vienen aquí a vender con sus camionetas”.

Destacó que debido a que los comerciantes foráneos desean regresar pronto a su entidad, los últimos días que permanecen en San Juan del Río comercializan la flor al costo, es una competencia desleal para los establecimientos locales.

Desde hace ocho años se dedica a la venta de plantas, por lo que como experto en el mercado adquirió para la temporada decembrina más de mil 800 plantas, detalló que las compra en Atlacomulco, estado de México, debido a que en San Juan del Río no se produce esta flor, cuyo precio se incrementó cerca del 15 por ciento; no obstante, reiteró que hubo ventas positivas.

“Empezamos a traer la última semana de noviembre y normalmente se termina entre 25 de diciembre y 31 de enero, pero este año desde el 22 de diciembre me quedé sin nada”.

Indicó que las pérdidas fueron mínimas, a pesar que es una flor frágil que no soporta las heladas y el polvo, por lo que del total que adquirió sólo se perdieron alrededor de 40.

Concluyó diciendo que el rojo se mantiene como el color favorito que solicita la gente en la flor de nochebuena, y en menor medida adquieren las amarillas o rosas.