La democracia debe conducirnos a la unidad, nunca a la división y con la única revolución posible: la de la honestidad para recuperar a nuestras instituciones y la confianza pública en el Estado Mexicano, subrayó el gobernador Francisco Domínguez Servién, durante la ceremonia conmemorativa por el CII Aniversario de la Constitución Política de México, donde exigió refrendar el compromiso del combate frontal a la corrupción.

En el Teatro de la República, donde se reunieron el presidente Andrés Manuel López Obrador y su gabinete ampliado, así como 20 gobernadores y los presidentes de las cámaras del Congreso de la Unión, el gobernador llamó a construir juntos una sociedad decente, respetuosa y solidaria.

Dijo que se necesita esa sociedad con equidad en concordia, porque no se puede excluir a nadie de este gran esfuerzo nacional, en el que “no hay sectores superiores, ni mejores, ni virtuosos, ni excepcionales. Hay mexicanos llenos de entusiasmo que quieren cambiar y construir un mejor porvenir”.

Domínguez Servién agregó que la Constitución fue ruptura y continuidad, pero también fue el imperio del acuerdo, la pacificación y la reconciliación por la fuerza de la ley, así como de la democracia, porque nació de una nación confrontada, ensangrentada y enfrentada, que entendió que los excesos y los radicalismos terminan en una confrontación que a nadie le sirven.

Por eso, dijo, los bandos en guerra se reunieron en Querétaro para encontrar una oportunidad para la paz y la justicia, ya que tuvieron “la grandeza y la inteligencia para a partir de sus diferencias, construir el acuerdo y dar una nueva razón de esperanza a la nación, no podemos quedarnos atrás”.

Subrayó que el lenguaje hermana o confronta, aproxima o divide, pero al final la constitución triunfa y México goza más de un siglo de paz y de importantes avances, porque a 102 años de la constitución, se tiene la obligación de refrendar el compromiso con la República, con la democracia, con el federalismo y la representación popular.