Es necesario que haya mayor trabajo para promover la inclusión de personas con discapacidad en el ámbito educativo, consideró María Elizabeth Berenice Bárcenas Chávez, quien padece mielomeningocele.
Berenice tiene 28 años de edad y debido a que nació con este padecimiento, las cosas no fueron fáciles desde el principio, pues enfrenta una situación física que le impide caminar todo el tiempo.
“Nací con mielomeningocele, que es una malformación de columna, es como un tumor en la columna, mis huesos de la columna no están cerrados, pero camino, los doctores dicen ‘Cómo es posible que camines’, pero gracias a Dios que me ha dado la oportunidad de caminar, aunque mal”.
Más allá de su situación física, refiere que el problema siempre ha sido la cuestión social, en particular, en el ámbito educativo, pues narra que ingresó a la primaria a los 10 años de edad, a pesar que su problema no es de entendimiento.
“A lo largo de mi vida ha sido difícil. Entré a la primaria a los 10 años, es difícil porque los niños señalan, dicen ‘Mira esa niña cómo camina, de patito’ o me remedaban, fue difícil, pero me hice valer yo misma por mi actitud de mis estudios, siempre procuré sacar buenas calificaciones, decir, sí estoy mal de abajo, pero mi cerebro, pues pienso ¿no?”.
Su fortaleza y determinación le permitió continuar con los estudios de secundaria, bachillerato y en la actualidad cursa la Ingeniería en Sistemas en el Instituto Tecnológico de San Juan del Río.
Detalló que el trato de los compañeros en el nivel superior, podría pensarse que es más consciente y de mayor inclusión, pero no siempre es así, pues es común que haya miradas y comentarios en torno a Berenice, hasta que llega el momento en que los alumnos se acostumbran a su presencia.
Al ser cuestionada sobre si los profesores de los distintos niveles educativos están capacitados para tratar con alumnos con situaciones de este tipo, de forma tajante dijo que no, pues los docentes desconocen cómo deben conducirse ante ellos y la manera como pueden ayudarlos.
En cuanto a la infraestructura educativa, manifestó que en la primaria tuvo posibilidad de desplazarse sin problemas, porque no había segundos pisos, pero en los subsecuentes niveles fue más complicado, incluso sufrió accidentes.
“En secundaria sí me costó mucho porque era de tres pisos y me costaba subir y bajar. En ese tiempo, en la secundaria, me rompí un pie y así iba a escuela, que es de la rodilla para abajo no siento y no sentí que se me rompió, hasta que se me hinchó y me dio fiebre”.
Berenice afirmó que son diversos puntos que el sistema educativo debe trabajar para generar un ambiente de inclusión hacia los alumnos que presentan algún padecimiento.