La mañana de este primero de diciembre se llevó a cabo la Ceremonia de Entrega de Cartillas Liberadas al Personal de Soldados del Servicio Militar Nacional, clase 1999 anticipados y remisos, integrado por 262 hombres y cinco mujeres voluntarias.
El Evento fue encabezado por el teniente coronel del Arma Blindada Diplomado de Estado Mayor, Lázaro Morales Bello, comandante interino del Séptimo Regimiento Mecanizado, con sede en la ex hacienda de La Llave.
Al dar lectura al discurso oficial, Morales Bello externó que el Servicio Militar Nacional constituye un instrumento eficaz del que dispone la nación para coadyuvar en la seguridad y defensa de la patria, y en tareas cívicas y obras sociales para el desarrollo del país.
“Los soldados del Servicio Militar Nacional, a través de su adiestramiento, se comprometen con la sociedad a la consecución de las aspiraciones del pueblo. La nación debe contar con ciudadanos íntegros, con gran sentido de responsabilidad para su defensa y organizados a través del Servicio Militar obligatorio para su participación en caso de grave peligro de la nación ante una posible amenaza o agresión de un enemigo externo o interno, y para hacer frente a las situaciones de emergencia que se presenten”.
Los 267 jóvenes cumplieron con su instrucción militar durante el presente año en situación de encuadrados en el Centro de Adiestramiento de La Llave, donde obtuvieron conocimiento sobre armamento, derechos humanos, sobre el Plan DN-III-E, primeros auxilios, entre otras actividades, de las que hicieron una demostración a sus familiares presentes.
En representación de los soldados del Servicio Militar Nacional, habló Martín Antonio Velázquez Arellano, quien resaltó que tratar de eludir efectuar el SMN implica una falta de responsabilidad y motivo de indignidad ante los más emotivos deberes que se tienen contraídos con la nación.
“A partir de este momento, asumimos una nueva responsabilidad, desde hoy ofrecemos lo mejor de nosotros mismos a México, hoy comprendemos con plenitud las recias palabras de que ‘Nadie, sin el afán de vencer ardua fatiga pudo alcanzar la paz y el laurel de la victoria’”.