Al menos 15 familias de la comunidad de San Pedro Potrerillos, en San Juan del Río, viven en total hacinamiento, pues sus integrantes duermen en pequeños espacios que no están acondicionados para ello, además de que en una habitación de dimensiones reducidas pueden llegar a pernoctar hasta más de cinco personas, afirmó la subdelegada municipal de este sitio, Ricarda Ugalde Uribe.
Refirió que al interior de la localidad se da este fenómeno, donde integrantes de una familia duermen y realizan su aseo personal en espacios que a su vez son utilizados para otras actividades como cocinar. Dijo que esta situación es el reflejo de la falta de apoyo a la vivienda que ha habido en los gobiernos anteriores.
“Se carece del apoyo a la vivienda porque hay muchas familias que viven en hacinamiento. Donde duermen, también cocina. Duermen, se bañan y hacen su comida en el mismo lugar. Entonces, esa también es una necesidad que tenemos, el apoyo a la vivienda (…). Aproximadamente, son 15 familias las que están en completo hacinamiento dentro de la comunidad”, comentó.
Puntualizo que estas familias viven en hacinamiento desde hace años y que en algunos casos se trata de madres solteras, quienes habitan en un reducido espacio con sus hijos y en ocasiones con algún otro familiar. Explicó que estas jefas de familia carecen de recursos para mejorar sus hogares, pues sus percepciones únicamente alcanzan para la alimentación del día y cubrir algunas necesidades escolares.
Destacó que al fenómeno de hacinamiento se une el de viviendas precarias. Casas que carecen de un techo y piso firme, lo que pone de manifiesto las condiciones de vulnerabilidad en las que se desarrollan los habitantes de esta comunidad. Mencionó que en reiteradas ocasiones se han ingresado solicitudes a los distintos niveles de gobierno para revertir esta problemática.
“A veces son madres solteras con tres o cuatro hijos, jefas de familia que ellas tienen que salir adelante con sus hijos. Entonces, es muy difícil para ellas el hacer una vivienda o el poner un techo o el hacer un baño, porque con los pocos sueldos que ellas ganan, apenas les alcanza para darles de comer a sus hijos y cubrir algunas necesidades. Son familias muy vulnerables y de muy bajos recursos”, subrayó.
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Finalmente, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) detalla que “el hacinamiento en la vivienda significa una pérdida en el bienestar, pues supone menores niveles de confort y privacidad para sus habitantes. Habitualmente se observa que las personas que forman parte de hogares de menores ingresos o que viven en zonas rurales tendrán un mayor nivel de hacinamiento en su hogar, lo que significa una desigualdad en el bienestar asociada al nivel de ingresos o el lugar en que se reside”.