Los hermanos González Trejo son jóvenes peregrinos; en su andar los más pequeños son auxiliados por el mayor, ya que los traslada en un cochecito hecho por las propias manos de su padre.
Luis Miguel tiene 15 años de edad y esta es la tercera vez que participa en la peregrinación a pie rumbo al Tepeyac; Juan Luis tiene siete años de edad y Francisco sólo cuenta con cuatro.
Son originarios de la comunidad de Dolores, ubicada en el municipio de El Marqués; Luis Miguel compartió que la idea de llevar un cajón de madera soportado por cuatro ruedas es para que sus hermanos duerman durante la caminata de madrugada o cuando se cansen de andar lo aborden.
“El cochecito lo trajimos desde el año pasado por mis dos hermanos, venían chiquitos, entonces lo trajimos con el propósito de que en la mañana vinieran dormidos y cuando amanece pues ya caminan, entonces entre mi papá y yo jalamos el carrito”.
Luis Miguel fue invitado por primera vez por su padrino, su hermana este año se integró a la columna de las mujeres con apenas 17 años de edad, mientras que su madre se queda al pendiente de todos, ya que ella no hace el camino.
Desafortunadamente Luis Miguel ya no pudo continuar con el estudio y agradecer, es el principal motivo por lo que Luis Miguel recorre miles de kilómetros y hace millones de pasos, hasta llegar a la Basílica de Guadalupe, ya que al llegar se estremece su cuerpo y siente una satisfacción en todo su ser.
“Agradezco por el tiempo que nos ha dado de vida y por todo lo que nos ha dado; cuando llego siento mucha alegría por llegar allí, ver a mi familia que me recibe, entonces es mucha felicidad”.
La vida de empleado para Luis Miguel ha sido “batallosa”, sin embargo se siente contento de ayudar a sus padres con una aportación económica: “Yo siento que cada peregrino vive el camino de diferente manera”.