Humberto Segura Barrios, director regional de Programas para el Desarrollo de la Secretaría de Bienestar, afirmó que en pláticas con ejidatarios, éstos refieren que por la mala situación por la que atraviesa el campo, hay quienes se han visto en la necesidad de vender sus tierras a bajo costo, sobre todo aquellos que se ubican cerca de zonas urbanas, precisó que esta circunstancia se trata de evitar con los programas de apoyo a este sector.
Precisó que los desarrolladores hacen uso de esta circunstancia para comprar a bajo costo tierra que posteriormente tiene un precio mucho más alto. También hay un vacío en la asesoría legal que requieren los ejidatarios, que el “coyotaje” aprovecha, la mayoría de las veces para buscar recibir pago con parte de las tierras.
“Es una problemática grave, para muchos ha sido la única solución, al no tener para sembrar su tierra, que es lo que le queda de patrimonio. Más los que están cerca de la zona urbana, que son de pronto el platillo favorito del coyotaje y de todo este tema de los fraccionadores y desarrolladores”.
Consideró que el problema no es que los ejidatarios vendan sus tierras, ya que puede ser una opción viable para generar capital e iniciar otros proyectos, y es que ejemplificó que quienes tienen parcelas en áreas cercanas a la zona urbana, en ocasiones, padecen el robo de la producción, por lo que la verdadera dificultad es el bajo pago que reciben.
“Si el tema del campo no les está resultado redituable, porque a veces también pasa que siembran y si están muy pegaditos a la mancha urbana, todos van a comer elotes, menos ellos, entonces, el problema no está en que la vendan, el problema está en el precio que se las pagan y en el precio en que posteriormente la venden los desarrolladores”.