Doña Rosa, una vida dedicada a la herbolaria

Afirma haber perdido la cuenta de las personas a las que ha aliviado de sus malestares con hierbas

Carlos Coronado | El Sol de San Juan del Río

  · jueves 3 de junio de 2021

Foto: Carlos Coronado | El Sol de San Juan del Río

Por alrededor de 38 años, la señora Rosa ha colocado su negocio de venta de hierbas medicinales a un costado del templo de San Juan Bautista, frente a la calle Hidalgo, lugar desde donde atiende a las personas que le expresan algún malestar físico, a los que ella y su vasto conocimiento de los efectos de las hierbas, ha podido a tratar y apoyar.

Doña Rosa recordó alegre que el negocio lo aprendió de su abuelita Margarita, quién también ponía su puesto a un costado de la puerta de este templo religioso y desde entonces se han mantenido ahí, señaló que si bien su abuelita vendía muy poco, le enseñó lo básico del negocio y de cómo ayudar a la gente, no obstante a lo largo de los años, ese conocimiento, Doña Rosa lo fue multiplicando atendiendo a muchas personas.

Foto: Luis Luévanos | El Sol de San Juan del Río.

Afirma que se ha mantenido durante 38 años en el mismo lugar, debido a que ella siempre ha sido sincera con sus clientes y les ha recetado lo que verdaderamente necesitan, con lo que se ha ganado la confianza de muchos sanjuanenses, aspecto que le ha permitido durar tantos años en este negocio y sin reclamos.

“Yo me acuerdo que venía aquí con mi abuelita, pero ella vendía muy poquito y yo solita me empecé a enseñar más y ahora tengo muchos clientes, pero yo sí busco darles la hierba que ocupan, porque hay muchos que no lo hacen y por eso la gente se enferma, pero yo no lo hago yo sí les doy lo que quieren, lo que necesitan, por eso la gente vuelve, porque yo cuido a mis clientes” mencionó

La Señora Rosa proveniente de Santiago Mexquititlán en el Municipio de Amealco, señaló que diariamente sale a recorrer los campos de su pueblo, para recolectar las hierbas que se necesitan y las que ella no puede conseguir, las compra para revenderlas, siempre buscando darle los mejores productos a sus clientes.

Cabe señalar que Doña Rosa contó que tiene un hijo, el cual ya es mayor y está casado, el cual nunca mostró interés por continuar con el negocio que ella aprendió de su abuela y que ella emprendió hace poco más de 45 años.