Oficiales de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) violaron derechos constitucionales y humanos de dos ciudadanas; una de ellas hizo el llamado al actual gobierno a combatir la delincuencia y no seguir cometiendo abusos en contra de la población inocente.
Martha Jenny Rodríguez Loyola narró que el sábado a las 10 y media de la noche acudió como asesor legal de una habitante de la comunidad Loma Linda, al llegar a lugar se percató que había “muchísimas patrullas y policías”, con los que se identificó y les explicó que iba en asistencia legal de una persona.
Manifestó que la movilización policial se dio a partir de un presunto delito que cometió un familiar de la mujer a la que fue a asistirla e introdujo un vehículo a la propiedad de la mujer y los policías intentaron sacarlo, debido a que el auto fue empleado en un acto delictivo en el que presuntamente se golpeó a una policía.
“El policía con el que me entrevisté nunca me dio su nombre, nunca se identificó y se lo pedí más de tres veces. Me dijo que adentro de la propiedad había un vehículo que había sido objeto de un delito, no me comentó los hechos, sólo me dijo que iba a entrar por el vehículo y que ya venía una grúa”.
Rodríguez Loyola, explicó a los uniformados que no podían ingresar por el vehículo a la propiedad privada, debido a que no contaban con una orden judicial, por lo que solicitó a los oficiales que acudieran a la Fiscalía General del Estado para que se las proporcionaran.
“Me dijo que habían agarrado a una persona en flagrancia y que había herido a una mujer policía, y que de hecho se dio a la fuga, pero que el vehículo estaba adentro, pero le dije que ‘entonces la flagrancia ya se terminó en cuanto se te dio a la fuga, lo que tienes que hacer es ir a Fiscalía y que el Fiscal o Juez de Control envíen la orden para que te puedas llevar el vehículo. No se niega mi clienta, pero tienes que traer una orden’”.
El oficial argumentó que tenía la facultad de entrar a la propiedad sin la orden judicial y llevarse el vehículo, por lo que ya molesto, se dio la vuelta y dio la orden a los demás elementos para que entraran, por lo que ella se dispuso a tomar evidencia del hecho con su teléfono celular, el cual le fue arrebatado, mientras las sometían.
“Contra la pared nos ponen y nos agarran de las manos, nos voltean para que no veamos qué es lo que están haciendo, escuchamos que abrieron la puerta porque es una casa humilde, que nada más tiene una puerta de madera que se puede abrir fácil y entraron a la propiedad con la grúa, sacaron el vehículo y a nosotras nos subieron a la patrulla y nos llevaron detenidas”.
Detalló que a su clienta la golpearon debido a que se resistió al arresto por no dejar solos a sus tres hijos de entre tres y seis años de edad, la preocupación se apoderó de ella y por su residencia los oficiales fueron más rudos, la lesionaron en el cuello y le jalaron el cabello.
“Antes de llevarnos a la cárcel nos trajeron dando vueltas por la ciudad. Estando ahí nos recibe la juez Miriam, nos dice que nos tenemos que quitar agujetas, el sostén, aretes y todo lo que trajéramos de valor, lo hicimos. Nos tuvieron como cuatro horas en un pasillo”.
En la cárcel municipal revisaron sus celulares y borraron todo el contenido del teléfono con el que intentó grabar a los oficiales, quienes argumentaron que la llevaron a la detenida porque obstaculizó su trabajo, razón por la que la Juez le señaló que cometió una falta administrativa.
Pormenorizó que estuvieron por más de siete horas en la cárcel municipal, donde la obligaron a firmar que le habían proporcionado alimento, cuando no fue así. Indicó que son deplorables las condiciones en las que se encuentra el lugar, el cual hiede a orines.
La multa que se les asignó fue de cuatro mil 500 pesos a cada una, los vecinos de la comunidad reunieron la cantidad para sacarlas. Advirtió que ante tal violación a sus derechos humanos interpondrá una denuncia penal y administrativa.
Su intención de hacer pública esta circunstancia, expresó “Que no siga pasando esto, que no se sigan violando derechos de las personas, porque ese día vi que hubo dos o tres asaltos y a nosotros nos detuvieron cuando simplemente estábamos tratando de que no entraran a una propiedad privada”.
