Querétaro encabeza la lista de entidades federativas donde las mujeres de 15 años o más experimentaron más violencia entre octubre de 2020 y 2021, según los resultados de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares del 2021. Este incremento se concentra principalmente en las zonas urbanas y afecta mayormente a mujeres jóvenes con estudios universitarios. La principal forma de violencia a la que se exponen es la sexual.
Estos datos, además de alarmantes, invitan a reflexionar sobre las razones por las cuales la violencia contra las mujeres no ha disminuido a pesar de los esfuerzos de organismos internacionales, nacionales y locales. En contraste, parece que los discursos de rechazo hacia los movimientos feministas que buscan un cambio social están aumentando en los medios digitales. ¿Por qué, pese a las evidencias, resulta tan molesta la lucha de las jóvenes?
De acuerdo con la antropóloga argentina Rita Segato, especialista en el estudio de las masculinidades responsables de abusos sexuales, la violación es un acto punitivo que pretende disciplinar a las mujeres, especialmente a aquellas que no siguen las normas establecidas por la moral patriarcal. Por ello, una manera de comprometernos con los objetivos del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25 de noviembre), es celebrar que las jóvenes sean libres y dueñas de su voz, y esforzarnos en garantizar que esta libertad y autonomía perduren a lo largo de sus vidas.
En mi trabajo como investigadora de los fenómenos de la comunicación, encuentro cotidianamente esta disputa de sentidos: por un lado, los discursos de odio; por el otro, el compromiso mediático de las audiencias feministas, que a pesar de todo, siguen cosechando victorias, como la Ley Ingrid, que penaliza a quienes revelen imágenes que vulneren la dignidad de las víctimas de feminicidio.
En este contexto, agradezco a las mujeres feministas, pues sus prácticas estridentes son pedagogías de la vida que fortalecen los valores democráticos.
*Profesora del Tec de Monterrey. Investigadora Nacional de México Nivel 1
