De enero a la fecha se ha registrado la tala clandestina de más cien árboles en la comunidad de El Coto. Algunos de estos casos se han dado en las inmediaciones de la presa ubicada en esta localidad, denunciaron habitantes de este sitio, quienes solicitaron el anonimato por temor a represalias.
Indicaron que esta problemática lleva años sin que se hayan tomado cartas en el asunto por parte de los tres niveles de gobierno. Agregaron que los puntos donde se genera mayor tala clandestina son cerca de la cortina de la presa y en una zona conocida por los lugareños como El Plan. En estos sitios, dijeron, se han derribado árboles como fresnos y sauces.
“Ese problema lo tenemos ya de años. La tala de árboles es día con día pero el gobierno no resuelve nada de esto. Hoy los ve, se los lleva y al otro día ya están aquí haciendo lo mismos. Hemos visto como más de cien casos, algunos de estos se dan en un lugar que nosotros le nombramos El Plan. Ahí sacado los árboles hasta con máquinas para destrozarlos, es gente que no sabemos si se ha adueñado de los lotes”, comentó un adulto mayor.
Refirieron que de los más de cien casos que se han registrado en este año solo diez han sido denunciados ante las autoridades correspondientes. Aseguraron que estas denuncias no han trascendido en el castigo para los responsables.
“Solo hemos reportado 10 casos, la verdad es que hay veces que ya no queremos hacerlo, hay ratos en que decimos ‘¿para qué reportamos si no hacen nada?’. Quisiéramos que las autoridades entraran un poquito más a investigar esto, sabemos que han venido inspectores de ecología pero simplemente viene y dicen ‘no pues ya lo talaron’ y ya, no hay más avances”, subrayó una habitante de esta comunidad.
Para dimensionar el impacto de la tala clandestina, los habitantes mencionaron que en una ladera de esta zona se habían contabilizado cerca de 60 árboles. Al día de hoy, mencionaron, solo quedan cinco. “En tan solo esa ladera de árboles solo quedan cinco de todo el montón que había”.
Finalmente, detallaron que los presuntos responsables de esta tala clandestina son sujetos originarios de esta comunidad, quienes presuntamente venden la madera a personas externas de la localidad.