En el marco del Día Mundial de la Persona Sordociega, conmemorado cada 27 de junio, la Secretaría de Salud del estado de Querétaro dio a conocer que el objetivo principal de esta conmemoración es crear conciencia sobre la necesidad de implementar estrategias que faciliten la integración de personas con este padecimiento.
La fecha de este Día Internacional fue seleccionada en homenaje al natalicio de Hellen Keller, primera persona con dicha discapacidad que se graduó en una universidad.
La sordoceguera se trata de una combinación de la deficiencia visual y la deficiencia auditiva, que se debe reconocer como una discapacidad única. Las mayores necesidades del individuo sordociego se concentran en dos áreas: comunicación y orientación - movilidad.
El problema afecta de manera diferente a cada persona, según la edad de aparición de la sordoceguera. Existen personas con sordoceguera congénita o antes de la adquisición del lenguaje y personas con sordoceguera adquirida.
La sordoceguera adquirida la padecen aquellas personas que: nacen sordas, y tienen una pérdida significativa de visión o ceguera años más tarde; personas que nacen ciegas o con una pérdida significativa de visión, cuyos problemas de audición se manifiestan con posterioridad; y las que presentan dificultades significativas en la vista y el oído, después de adquirir el lenguaje.
Este tipo de sordoceguera se puede deber a: traumatismos o infecciones oculares o auditivos, traumatismo craneoencefálico, tumores, exposición a agentes químicos, meningitis, cirugía, entre otras causas.
En cambio, las causas más comunes de sordoceguera congénita son: complicaciones en bebés prematuros, hidrocefalia, microcefalia, algunas infecciones de la madre durante el embarazo como rubéola, sífilis, etc. Para prevenir este tipo de discapacidad congénita, es de suma importancia que las embarazadas lleven un adecuado control prenatal.
El efecto de incomunicación con el mundo, que produce la combinación de las dos deficiencias es tal, que la persona sordociega tiene graves dificultades para acceder a la información, a la educación, a la capacitación profesional, al trabajo, a la vida social y a las actividades culturales.
En el caso de las personas con sordoceguera congénita, o las que adquieren la sordoceguera a temprana edad, la situación se complica por el hecho de que presentan problemas adicionales.