En esta temporada de peregrinación hacia la Basílica de Guadalupe, elaboración de los trajes de las regiones otomíes del municipio de Amealco de Bonfil, es una actividad que sigue generando derrama económica para los talleres textiles que predominan tanto en San Ildefonso Tultepec como en Santiago Mexquititlán.
Y es que, muchos feligreses, al salir de la Diócesis perteneciente a Querétaro, gustan de llevar los trajes típicos que van desde las camisas, faldas, delantales, pañuelos, guayaberas y fajas que se elaboran en esta región, las cuales se piden con anticipación para su hechura.
La producción de todo el traje se lleva aproximadamente una semana y media y los pedidos empiezan a llegar desde mayo, aumentando las ventas de manera anual hasta un 35%, según mencionaron las artesanas amealcenses.
"En esta ocasión nos pidieron muchos pañuelos para poder llevar en la cabeza con los bordados de nuestra comunidad, en Santiago Mexquititlán piden más figuras como pájaros, estrellas, pollitos y caracoles. Nos tardamos más en cocer las tiras bordadas que van en la parte inferior de las faldas y el bordado de la camisa".
De esta forma lo dio a conocer la señora Emilia Santiago Ruiz, quien desde hace 15 años se dedica a cortar la tela y dar forma específicamente las guayaberas, al subrayar que en el tiempo de pandemia bajaron las ventas por completo y que este periodo que dura aproximadamente tres meses lo aprovechan.
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"Nos vamos al Estado de México a comprar los rollos de tela porque algunas personas quieren llevar dos cambios o hasta tres, ahorita hubo gente que se llevó hasta cinco trajes porque estuvo lloviendo y necesitaban cambiarse diario. La mayoría de las mujeres quiere llegar con un traje nuevo para ir a visitar a la virgen".