Los constantes trabajos de reparación sobre la Carretera Federal México-Querétaro (autopista 57) y los colegios particulares que se ubican en las inmediaciones del Nuevo Espíritu Santo, en San Juan del Río, generan problemas de tráfico que afectan principalmente a los lugareños de esta comunidad, quienes a diario lidian con esta situación, afirmaron vecinos del sitio.
Mariana, vecina de la comunidad, aseguró que transitar por la Avenida Maravillas se ha convertido en un desafío para quienes habitan cerca del Nuevo Espíritu Santo, toda vez la cantidad de vehículos generan congestionamientos viales que pueden extenderse por varios minutos. Dijo que esta situación se ha convertido en un problema que afecta a los habitantes de dicha localidad.
Refirió que durante el último año, la cantidad de automóviles que circulan por esta zona ha incrementado debido a los colegios que se han ubicado sobre la Avenida Maravillas, así como por las obras que se ejecutan en la autopista 57, las cuales obligan a los conductores a tomar esta ruta como una vía alterna para llegar a sus destinos, principalmente al centro de la ciudad.
“Es un caos completamente, la verdad. Entre las escuelas que hay en la zona y los problemas de la 57, la avenida se vuelve todo un caos. Los más afectados somos nosotros, porque no podemos salir, nos quedamos atrapados en el tráfico y no nada más un rato. Hay veces que nos quedamos 30 o 40 minutos atorados y eso nos afecta mucho, porque nosotros también vamos a trabajar, también llevamos a nuestros hijos a la escuela”, comentó.
Detalló que la hora de ingreso y salida de las escuelas es cuando la problemática se hace visible. Además, aseveró que en ocasiones los automovilistas se estacionan en lugares prohibidos o no respetan los señalamientos de tránsito que han sido colocados en la zona, lo cual también ha sido un factor para que se genere el caos vehicular.
Asimismo, afirmó que esta situación representa un riesgo para los transeúntes o para quienes viajan en bicicleta y atraviesan esta zona. Puntualizó que en muchas ocasiones estas personas tienen que esquivar los vehículos, ya que en un acto de desesperación los conductores pisan los aceleradores para tratar de salir del tráfico, situación que pone en riesgo a peatones y ciclistas.
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“Por el tiempo, la gente luego se desespera y acelera, no respeta los límites de velocidad y, pues, hay veces que luego la gente tiene que ir esquivando los carros (…). Claro que es un riesgo, sobre todo para quienes pasan caminando o van en bici. Como digo, la gente se desespera y pues lo único que busca es salir del tráfico, pero también es peligroso porque se pueden ocasionar accidentes”, dijo.