“Chanclas”, tradición gastronómica en Pedro Escobedo

La elaboración de este alimento inició hace aproximadamente 70 años, fue la señora Zenaida Eligio Basilio (q.e.p.d.), a quien creó las quesadillas de esta forma

MONSETRRAT GARCÍA

  · viernes 18 de enero de 2019

Las quesadillas escobedenses ya son tradición gastronómica de Pedro Escobedo. Fotos: César Ortiz

PEDRO ESCOBEDO, Qro.- Una tradición gastronómica arraigada en Pedro Escobedo son las “quesadillas”, mejor conocidas en otros lugares como “chanclas”. Son una especie de tamal plano, que se puede degustar todos los días en los principales jardines públicos del municipio.

La elaboración de este alimento inició hace aproximadamente 70 años, fue la señora Zenaida Eligio Basilio (q.e.p.d.), a quien creó las quesadillas de esta forma, que según explica Mario Uribe Barrón, director de Desarrollo Turístico del municipio, sólo en Pedro Escobedo y en San Juan del Río se elaboran así.


Magaly Botello Ostiguín, nieta de Zenaida Eligio, relató que desde que su abuelita inició con la elaboración y comercialización de este producto, las siguientes generaciones continuaron. Ahora es común encontrar cuatro puestos instalados durante la mañana y noche, en los principales jardines públicos de Pedro Escobedo, en el caso de ella, se ubica por las mañanas en el Jardín Reforma.

“Mi abuelita empezó a vender, andaba en la calle con una cubeta, ella es originaria de San Antonio La D, empezó a vender en la cabecera, porque se casó aquí y también salió a vender a las orillas de las carreteras, mi abuelita le heredó esto a mi mamá, Lourdes Ostiguín y a sus hermanas”.

También conocidas como “chanclas”, las quesadillas son degustadas de forma tradicional por los escobedenses.


Comentó que la elaboración de las quesadillas es con masa para tamal batida con manteca y sal, a la que se da forma de una tortilla y se rellena de queso con chile rojo o verde, se dobla y se cubre con una hoja de maíz. Esta delicia la acompañan de un champurrado elaborado con masa, piloncillo y canela.

Los puestos se colocan de siete de la mañana y hasta el mediodía, y de las seis de la tarde a las 10 de la noche, cada vendedora elabora un centenar de quesadillas, que son degustadas de forma tradicional por los escobedenses y visitantes, algunos acuden de ciudades cercanas a comprar este producto escobedense.