Caminata de ilusiones

La ilusión de una mejor vida lo empujó a salir en busca del “sueño americano”, porque si no ya no habría que comer

Por Dolores Martínez

  · sábado 10 de noviembre de 2018

Marvin Danilo Martínez de 19 años, nativo de San Pedro Sula, Honduras sueña con llegar a Estado Unidos. Foto: César Ortiz

Marvin Danilo Martínez de 19 años, salió el 19 de octubre de su natal San Pedro Sula, Honduras, en busca de mejorar la calidad de vida de su familia, ya que en su país no hay suficientes fuentes de empleo para subsistir, además de la escasez de los alimentos.

En su paso por San Juan del Río, declaró que el día de su partida, se despidió de sus padres, quienes ya son de avanzada edad, con la esperanza que en menos de tres meses, él en compañía de su hermana y su cuñado, lograran enviar los primeros dólares para Honduras, y con ello construir un patrimonio digno.

Martín Martínez Ríos, titular de la Casa del Migrante González y Martínez. Foto: César Ortiz

Comentó que aunque hubiera querido estudiar para ser chef y quedarse en su tierra, con tristeza decidió un día que tenía que salir en busca del “sueño americano”, porque si no ya no habría que comer.

“En partes de México entramos caminando, y otras veces en aventones que nos daban, también nos trataron mal en otras partes, nos querían dar comida echada a perder. Todas las familias quisieran crecer y salir adelante juntos, pero en Honduras no hay opciones, tenemos que buscar la comida”.

Danilo Martínez dijo que durante un año, logró reunir dos mil lempiras, que es la moneda hondureña, (equivalente a 830 pesos en México), y con ello, una maleta con pantalones, sandalias, camisas, y un puñado de ilusiones, salió con rumbo a la Unión Americana, en donde sueña a trabajar en un restaurantes como chef para preparar pizza, y comida italiana, ya que, consideró, es su especialidad.

Resaltó que los estados de México por los que les da más temor cruzar, es Veracruz, Tijuana, Sinaloa y sobre todo Guanajuato, ya que por los niveles de violencia temen ser víctimas de la delincuencia organizada o grupos que quieran amedrentarlos.

El migrante comentó que en la mayor parte del territorio mexicano, se les ha tratado con respeto, se les han facilitado las condiciones para salvaguardar su integridad, ya que tan solo en San Juan del Río, se les brindó un lugar para pernoctar con colchonetas en el anexo al Cecuco, además de darles kits de comida, limpieza y atención médica.