Durante tres generaciones las familias Mendoza Estrella y Ramírez Mendoza en el municipio de San Juan del Río han conservado la tradición de fabricar las tradicionales calaveritas de azúcar y chocolate, mismas que son utilizadas para decorar las ofrendas y altares el Día de Muertos este 1 y 2 de noviembre.
Daniela Sofia Mendoza Estrella y María de la Luz Ramírez Mendoza, pertenecen a la tercera generación de producción de este tipo de dulces típicos de temporada de Todos Santos y ambas explicaron que este año, decidieron continuar con la tradición de elaboración y venta, pues lamentablemente una de las integrantes de la familia y principal impulsora falleció este año, de ahí la determinación de seguir con los pasos de la familia.
La primera en compartir sobre esta actividad fuera Daniela Sofia Mendoza Estrella, quien explicó que, por sus colores y su elaboración artesanal, las calaveritas tradicionales que ofrecen son únicas en San Juan del Río y uno de los puntos claves es que deben portar el nombre de la persona a la que se recuerda en la ofrenda, lugar en el que se ríe se rinde homenaje lleno de comida bebida y otros gustos.
“Nosotros elaboramos desde la calavera de azúcar hasta la calavera de chocolate, estuches, platitos de alfeñique y también tumbas, esto lo iniciamos desde junio que se empieza a comprar el material para la elaboración de todos estos productos, porque como sin muchos factores si se llevan un tiempo”.
Compartió que, desde pequeña, aprendió la elaboración de estos tradicionales dulces que se colocan en las ofrendas para esperar el arribo de las almas al mundo de los vivos, figuras que dijo son elaboradas con productos básicos como azúcar, chocolate, agua y colores vegetales, cuya tradición en su familia data desde 1930 aproximadamente.
Mencionó que, con seis meses de anticipación, las familias se preparan para comenzar con elaboración de las calaveras artesanales que son fabricadas a alta temperatura con cazo de cobre y moldes especiales, sin dejar de tomar en cuenta que, para esta labor, es necesario trabajar en familia para mantener viva la tradición.
Por su parte, María de la Luz Ramírez Mendoza mencionó que si bien es un dulce fácil de hacer, se puede tardar hasta cuatro días en su elaboración, debido a los procesos que se deben cumplir además del secado para evitar que se dañen.
Reveló que específicamente este año se fabricaron cerca de unas cinco mil calaveras para esta temporada, las cuales además de estar siendo comercializadas en la calle Independencia en el centro de San Juan del Río, también fueron distribuidas a municipios como Tequisquiapan, Pedro Escobedo, y Polotitlán, Estado de México.
“Este año se distribuyeron en Tequisquiapan, Polotitlán y Pedro Escobedo, mi abuelo fue el iniciador e iniciaba con talleres en Tequisquiapan y Pedro Escobedo, ahorita estamos sacando lo que más podemos de producción, lo que no queremos es que se pierda la tradición”.
Ambas, finalmente llamaron a los sanjuanenses a continuar con este tipo de tradiciones representativas de nuestro municipio las cuales son usadas para decorar a los seres queridos que como dicen se nos adelantaron en el camino.