Abraham Álvarez García, director de la clínica de rehabilitación contra adicciones “Un regalo de Dios”, manifestó que debido a la pandemia, se modificó la forma de trabajo para evitar riesgos de contagio de coronavirus, por lo que se extremaron los protocolos de ingreso a nuevos pacientes.
Dijo que la clínica ha sido muy disciplinada con las indicaciones de la Secretaría de Salud, que en un principio recomendó no aceptar el ingreso de nuevos pacientes, mientras que los tratamientos iniciados continuaron, debido a que se llevan a cabo en aislamiento.
Cuando hubo la reactivación, se les permitió el ingreso de nuevos pacientes, pero debían contar con el certificado médico que avalara la ausencia de síntomas de Covid-19. Además, esta institución cuenta con un médico que de forma constante valora a los pacientes.
Otra medida que se aplicó, fue la suspensión de ingresos de familiares, los cuales se retomaron posteriormente, pero ahora sólo se permite visita de una persona por paciente y deben cumplir con las medidas de seguridad sanitaria contra Covid-19.
Álvarez García señaló que como parte de los trabajos preventivos, el personal de la clínica debió tomar capacitaciones virtuales impartidas por el Consejo Estatal Contra las Adicciones (CECA), así como del Consejo Nacional Contra las Adicciones (Conadic).