Con tan solo 500 pesos y un millón de ilusiones para emprender un negocio, Ana Daniela Cortés Orduña, desde hace un año comenzó a vender frutas locas, las cuales veía que las comercializaban en el Estado de México; su perseverancia y ganas de salir adelante la reconocen como una de las chicas que lleva a domicilio sus productos y resiste a pesar de la pandemia.
Mencionó que, el ejemplo para preparar sus alimentos lo vio en sus familiares años atrás, ya que ellos vendían mariscos adornados con frutas y frituras, de ahí se imaginó traer la idea a San Juan del Río.
Platicó que esta alternativa para sumar ingresos a su economía familiar la conversó con su esposo, y tan sólo con $500 empezaron a invertir para comprar fruta, chamoy y algunos dulces que necesitaba, y fue así como empezó a ofrecer las piñas y sandías locas las cuales iban rellenas de gomitas, cueritos cacahuates chamoy y salsas picantes.
Al estar en medio de la pandemia por Covid-19, todo lo que ella vendía lo entregaba a domicilio, ya que el confinamiento impedía la movilidad de las personas.
Posteriormente y gracias a la aceptación de la comunidad sanjuanense empezó a expandir sus menús, de tal modo que ofreció mangos, nieve, paletas, manzanas, pepinos y papas locas, todas estas presentaciones con un toque de picante y lo agridulce del chamoy, y el resultado de su experimento fue un agasajo para el paladar por la combinación de colores y texturas.
El éxito de su negocio al cual denominó meses más tarde como Naniz Delicious, la llevó a abrir un espacio físico el 25 de julio del año pasado en la calle Cuarzo en la colonia Infonavit Pedregoso.
Esto también trajo que se hiciera una red de apoyo entre mujeres las cuales, se dedican a lo mismo una de Amealco y otra del Estado de México.
Gracias a que las personas se comenzaron a acercar y hacer sus fieles clientes, le pidieron ampliar aún más sus productos, por ello ahora ofrece las licuachelas, que son cervezas en michelada que se sirven en una licuadora repleta de gomitas de colores, fresas uvas, tacos de chamoy y charolas de cervezas para los cumpleañeros.
Cortés ordeña precisó que su mayor motivación para seguir con este negocio es su pequeño hijo de cinco años, y que proyecta para inicios del siguiente año tener una sucursal en la capital del estado y en Tequisquiapan, además de tener una unidad móvil para poder ir a ofrecer sus productos a los parques de San Juan del Río.