Debido a que la venta de muñecas en la zona indígena de San Ildefonso Tultepec, ha descendido de manera importante, las artesanas que se agrupan en La Casa de Madera, buscaron la forma de asegurar nuevas entradas económicas, por ello, ahora impulsan los recorridos a las zonas más bellas de esta región, resaltando los bosques, cascadas y espacios con gran vegetación.
Así lo dio a conocer Genoveva Pérez Pascual, directora del taller de Casa de Madera, al referir que a esta dinámica han entrado alrededor de 50 artesanas de textiles, que reflejan al mismo número de familias que no la ha pasado muy bien debido a la pandemia por Covid-19
Precisó que en un principio se enfocaron en realizar cubrebocas de tela con los bordados representativos, sin embargo, posteriormente empezaron a notar una fuerte competencia y las ventas también bajaron.
Desde finales de mayo y principios junio a la fecha que comenzaron más intensas las lluvias en esta parte de la zona indígena, los lugares boscosos empezaron a llenar de color con la llegada del verano factor que aprovecharon para ofrecer a los visitantes que puedan hacer su propia muñeca, y que también conozcan de dónde proviene su cosmovisión al llevarlos a diferentes lugares.
“Ahorita nuestro producto no se vendía y en las redes sociales hemos publicado los lugares de nuestra comunidad, y nos hemos visto en la necesidad de vender nuestra artesanía y de llevarlos a conocer en recorridos para toda la familia, con las medidas de higiene”.
Mediante estas caminatas las artesanas difunden el sentido de responsabilidad que tiene la sociedad para respetar la vegetación como parte de un pulmón para la gente, además les informan sobre la recolección de hongos y frutas que se encuentran en el camino.
Pérez Pascual señaló que durante toda la semana pueden realizar estos recorridos y Qué es conveniente hacer la reservación por lo menos con 3 días de anticipación a través de la página de Facebook Artesanas de San Ildefonso Tultepec y al número 448 121 3892.
Finalmente, la artesana de Casa de Madera invitó a la población a conectarse con la naturaleza y al mismo tiempo a contribuir a mejorar la calidad de vida de decenas de familias de esta zona indígena del municipio de Amealco de Bonfil.