A través del conversatorio “Tradición e Innovación: textiles de México en el mundo”, artesanos de diferentes partes de la república mexicana declararon que uno de los principales retos a los que se enfrentan es al regateo y el robo de sus diseños, factores que pidieron deben regularse.
La embajadora de México en Qatar, Graciela Gómez García, fue la organizadora de este panel nacional, en donde se presentó Silvia Pascual García, artesana de la comunidad de San Ildefonso Tultepec, en Amealco de Bonfil, y en su intervención dijo que en esta región tuvieron que innovar en la pandemia por Covid-19, cambiando la elaboración de muñecas Lele y Dontxu, por cubrebocas artesanales.
Expuso que al principio cuando los empezaron a vender, las personas no querían pagar un precio justo, y que incluso solo le ganaban tres pesos por cada uno, posteriormente, se revaloró lo que ellas plasmaban, es decir, su identidad, cultura y el tempo de bordado.
Comentó que para posicionar y vender sus productos, han tenido que involucrarse en las redes sociales, sin embargo, esto es una complicación por la poca accesibilidad que hay en los pueblos indígenas.
Otra de las panelistas fue Dulce Martínez, emprendedora de Fabrica Social, quien dijo que la iconografía que se plasma en las telas son una biblioteca cultural, que debe preservarse, y que todos los diseños que se generan deben ir en función de una mejora social.
Por lo anterior, precisó que se deben hacer más campañas para poner un freno al regateo, donde además se concientice a las nuevas generaciones sobre el patrimonio que representan.