Una de las mejores épocas para las artesanas de la zona otomí de Amealco de Bonfil, es el periodo en el que de diferentes municipios del estado de Querétaro salen en las columnas de feligreses para reunirse en el Tepeyac con la Virgen de Guadalupe, esto debido a que elaboran la vestimenta para mujeres y hombres de a pie y que acostumbran a llevar el atuendo tradicional.
Así lo platicó Eugenia Domínguez Bartolo, quien desde hace dos décadas confecciona la vestimenta de la zona indígena de San Ildefonso Tultepec, la cual consta en la falda larga plisada y bordada de la parte inferior y la blusa de manga larga también plisada y con algunos bordes en la zona del pecho y muñecas, sin dejar de lado que lleva el delantal del color de los bordados.
Mencionó que desde principios de mayo comienzan a tomar medidas de sus clientas, toda vez que las principalmente son quienes se acercan para tener una de estas piezas que en promedio tienen un valor de entre mil 600 a dos mil pesos.
Detalló que este tipo de trabajos deja una buena derrama para quienes se dedican a la confección, especialmente porque cada una de las talleristas llega a ocupar hasta a 10 señoras para que les ayuden a realizar las tiras bordadas, esto a lo largo de mayo, junio y una parte de julio.
"Tenemos algunos patrones que vamos siguiendo para poder realizar las faldas y blusas, ahora podríamos decir que ya hay más diseños porque antes solo era la blusa de manga larga y poco a poco la fuimos modificando por el tipo de modelo que la gente nos pide. Se le gana a lo mejor el 30% a cada vestimenta, pero son muchas horas de estar dedicando esfuerzo principalmente a las tiras bordadas"
La artesana dijo que los colores que prefieren las mujeres para ir de peregrinas es el aqua, rosa, morada, amarillo y el rojo, y para el caso de las camisas de hombre, los colores de preferencia son el rojo y el café, y la mayoría de ellos pide que tengan su nombre.
"Para elaborar uno de los vestidos completos hablando de la blusa, falda y delantal, estamos hablando que nos llevamos unas 4 horas, depende el tamaño y dejando por fuera las tiras bordadas que previamente hacen las señoras".
Declaró que, desde hace muchos años, la vestimenta otomí es un distintivo de las mujeres queretanas, quienes buscan llevar su fe delante de la virgen de Guadalupe, y que en las grandes columnas de peregrinos se distinguen los trajes.
LELES
Ahora bien, la confeccionista de la zona indígena relató que recientemente, además de querer portar la vestimenta otomí, especialmente las mujeres peregrinas están solicitando muñecas que traigan el mismo tono de vestido o falda, de tal manera que cuando lleguen al Tepeyac, puedan ofrecer esta icónica imagen la virgen morena, y con ello poder pedir favores.
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También señaló que en muchas ocasiones piden para que las muñequitas sean bendecidas por los curas que ofrecen misa por los municipios por los que atraviesan.