Las acciones implementadas por la contingencia sanitaria para evitar la propagación del Covid-19, ha generado un fenómeno entristecedor para cientos de artesanos de las zonas indígenas de Amealco de Bonfil, quienes han tenido que regresar a sus hogares, al no poder vender sus creaciones en los municipios de Tequisquiapan, Bernal, San Juan del Río y la capital del estado.
Amelia Eduardo Vicente, es una artesana de 55 años, nativa de la comunidad de Santiago Mexquititlán, quien desde hace 25 años recorría las calles del centro histórico de la capital para ofrecer sus muñecas y servilletas, principalmente en los restaurantes, sin embargo, desde hace dos semanas no puede llevar a cabo sus ventas y tuvo que regresar a su lugar de origen, aunque lo que más le duele es que tampoco puede emplear a otras cinco mujeres que le ayudaban a bordar.
"La única fuente de ingreso que tenía era vender mis artesanías en Querétaro, pero ahorita me tuve que regresar a mi pueblo y decirles a las señoras que no tengo dinero para seguirles pagando. Yo mantengo a ocho hijos y no sabemos cómo le vamos a hacer para comer mientras no haya espacio para la venta".
En otro escenario, Olga Margarito Julián, es una artesana que vendía textiles en el centro de Tequisquiapan, ella se trasladaba de jueves a martes a este municipio, ya que los turistas aprecian su talento bordado, sin embargo, desde este fin de semana ya no logró viajar por la contingencia, situación que lamenta puesto que aseguró que el campo amealcense ya no le da para comer, y se vio en la necesidad de salir de su tierra.
"Sólo tengo tres hijos, pero no hay dinero para seguir produciendo, tenemos pocos ahorros porque sacamos algunos préstamos, pero no sabemos cuándo volveremos a trabajar, a mí me ayudan dos señoras hacer las muñecas y las voy a tener que descansar".