Ha pasado 1 año, 7 meses, y 19 días (17 de noviembre de 2019) desde que el gobierno Chino detectó y confirmó el primer caso de una extraña enfermedad, se trataba de un paciente de 55 años en Hubei, provincia de Wuhan. A partir de aquí empiezan mis analogías; este día comenzaron los cortos de una película de terror que habría de llegar a todos los rincones del planeta.
Tiempo después en México esto se volvió tema en las sobremesas y fue cada día más recurrente. Llegó el 27 de febrero del 2020 y con esta fecha el primer caso de COVID en el país. Es decir, nuestro gobierno tuvo antes 102 días para estar alerta, aunque la enfermedad declarada como pandemia tuvo efecto pocos días después, sin embargo aquí las cosas no se tomaron en serio, pasamos de las estampitas milagrosas a la descalificación de la utilidad que representaba el uso del cubrebocas, que para entonces ya era una medida de sanidad universal.
Dentro de esta cronología que no hace más que asemejar un libreto, el día 20 de diciembre del 2020, la OMS (Organización Mundial de la Salud) anuncia su validación inicial para la primera vacuna contra esta enfermedad, un tiempo récord en la historia de la medicina. Comenzamos pues el 2021 con una noticia tan esperada, que nubló casi cualquier reflexión futura. A muchos, el estruendo de semejante acontecimiento nos ensordeció de las advertencias profesionales que gritaban a todo volumen que esto aún no terminaría pronto. Para entonces el colapso del sistema de salud en nuestro país era de dimensiones preocupantes. Pasaron los meses y las primeras vacunas comenzaron a aplicarse a los mexicanos, curiosamente no en México. Mientras nuestro gobierno presumía la llegada de cargamentos de cientos de dosis y hacía un show mediático cada vez, miles de personas seguían muriendo. Lentamente fue subiendo la velocidad de vacunación teniendo su pico máximo de manera curiosa en el periodo electoral, y una baja de ritmo considerable al término de los comicios.
A pesar de que ya hay una cantidad importante de gente con inmunidad y ya vacunada,
por favor, no bajemos la guardia. La vacuna no borra lo que ya pasó ni tampoco corta de tajo lo que viene. La vacunación nos da la gran responsabilidad de no pasar por alto las medidas sanitarias que prevalecen.
Digamos que la primera película del COVID tenía una mezcla de idiomas que nadie entendía por completo, viene una nueva película, pero ahora con subtítulos en cada lengua, esta vez tenemos la obligación de entender el mensaje.
Y es que insisto, dicen que las segundas partes nunca fueron buenas.
“Hoy es Día Mundial de la Población”, qué mejor momento para reflexionar en cómo hacer frente a los retos que vienen para este tema de salud.
Nos leemos el próximo jueves.
Twitter: @julio_cabrera