Se le terminan los pétalos a esta margarita del 2022, nos quedan la mitad, vamos deshojando el calendario. Estamos, les decía la semana pasada entrando en la segunda etapa del año. Y vale la pena hacer un recuento de lo que estos seis meses han dejado en el panorama nacional con un gobierno federal que no da una.
Para fines de resumen, en el patrón cronológico, el orden de factores, no altera el producto. (Solamente nos altera la paciencia)
Aquí una selección de solamente algunos temas.
La “Casa Gris”
A principios de año este escándalo le pegó al régimen en la mera línea de flotación. De la noche a la mañana un hijo del Presidente habitaba una casa en Houston que de austeridad republicana no tenía nada, ya de pobreza franciscana ni hablamos. Al día de hoy no han logrado desmentir una sola palabra de la nota del periodista Carlos Loret de Mola, esto le valió al comunicador una persecución con todo el poder del Estado en su contra, les caló gacho.
No somos iguales, primero los pobres.
Más de 124,000 homicidios.
En este gobierno son enemigos de la lógica y de los números, nada que no sepamos. Al corte de 43 meses de gobierno respecto a los últimos 5 sexenios, es decir casi 35 años atrás; jamás el país estuvo en medio de tanta violencia. “Abrazos no balazos” o “Abrazos a los que dan balazos”. Pero esto no es increíble ni inexplicable, se llama necedad.
Máximo histórico en remesas.
Aquí la cosa es que el presidente lo siga presumiendo como un logro del gobierno, cuando nada tiene que ver. Pero a estas alturas nadie lo hará cambiar de parecer. Las remesas que tanto conviven con su alarde, hace unos días nos recordaron de la peor manera, cuál es el camino de muchos migrantes, la muerte de más de 50 personas entre ellas 22 de origen mexicano, en ese trailer encontrado en Texas. No, si no se van por gusto, ni por exceso de “bienestar”, es síntoma de fracaso.
Inauguración del AIFA y Dos Bocas.
Caray, pues aquí estuvieron dos hoyos negros que se tragaron el dinero del país. ¿Qué decir al respecto? Que ambas cosas siguen con inviabilidad y poniendo en riesgo el prestigio económico del país, entre otras cosas, como los sobrecostos y la poca transparencia; corrupción pues.
Disputa con la iglesia católica.
La respuesta del régimen al asesinato de dos sacerdotes jesuitas en la Tarahumara, fue decir que antes callaban. La réplica a esta sandez no se ha hecho esperar. Y no se pero a mi se me hace que si ponen a elegir a la gente entre el párroco de su iglesia y un político, pues sale perdiendo el diablo. Gran error de cálculo del Presidente.
Y por cierto.
El escritor español Santiago Posteguillo en su libro “Yo, Julia”, nos regala una frase magnífica dentro de la historia, muy ad hoc: “La inacción en la política es, en ocasiones, una falta tan imperdonable que puede equipararse a la del político que quebranta la ley a sabiendas de que lo está haciendo.”
Nos leemos el próximo jueves.
- Twitter: @julio_cabrera