Ana María García González, artesana de barro desde hace cinco años en San Ildefonso Tultepec, dijo que ya esta lista para la temporada de Día de Muertos, y para ello decidió que para este año haría catrines y catrinas diferentes, de cuerpo completo y con colores fluorescentes.
Su comercio se localiza en el parador de la carretera San Ildefonso – Aculco, en el kilómetro 21, ahí vende fantasmas, calabazas, puerquitos, calaveras, y una gran cantidad de adornos para esta temporada, a precios accesibles y con un gran valor, ya que es un comercio familiar.
Explicó que los catrines forman parte de las novedades que ha ido perfeccionando, ya que anteriormente solo se vendían las calabacitas de barro con su tallo, y ahora ya les ponen un gorro de bruja, esto porque la competencia en la zona es mucha.
“Nos sentimos con la obligación de hacer otras figuras novedosas para vender porque aquí la mayoría de los alfareros hacíamos calabacitas, primero solo con su tallo y ahora ya les ponemos sombreros de brujitas. Las catrinas son las que más les gustan a las personas”.
Platicó que a esta actividad le dedica alrededor de nueve horas diarias en todo el procedimiento que va desde que moldea el barro hasta que cada una de las piezas ya horneadas se va uniendo con finos trozos de alambre, de tal modo que las extremidades tengan movilidad.
García González invitó a los lectores a que acudan a los múltiples paradores que se encuentran en esta zona y consuman el trabajo que realizan en los talleres de alfarería de la zona indígena de Amealco.