Uno de los símbolos de la lucha contra el fuego han sido los perros dálmatas, por ello, una historia por más de una década se ha escrito en la estación del heroico cuerpo de bomberos voluntarios del municipio de Tequisquiapan con Albina, la mascota y fiel acompañante de los vulcanos del Pueblo Mágico.
El presidente del consejo Directivo de los bomberos tequisquiapenses, Juan Manuel López Hernández, compartió que por 16 años ha sido una fiel y compañera de rescates Albina, una perrita dálmata que llegó desde muy pequeña junto con su hermanito Pongo a la estación de bomberos, pues ambos, fueron dados en adopción.
Compartió que los hermanitos dálmata fueron marcando una gran historia en este cuerpo de emergencias, pues siempre se mantuvieron atentos y en alerta al toque de la alarma, Pongo, como lo llamaron los vulcanos, comentó que era decidido y entregado a su labor, pues rápidamente aprendió los trucos de la prevención que más después replicaría en las escuelas con las charlas y las pláticas informativas que se impartían.
“Entonces, cuando hacíamos visitas en las escuelas, nos llevábamos a Pongo y él hacía su show, era la estrella del show, lamentablemente no toda la gente entiende este tipo de cosas y lo envenenaron, Pongo amaneció muerto y fue una gran pérdida porque Pongo era muy querido, muy lamentable el simple hecho de que no se respetara la vida de un animal, que no le hacía daño a nadie, era muy tranquilo, duró ocho años con nosotros”.
Aunque la muerte de uno de los dálmatas generó una gran pérdida en la corporación de emergencias, los bomberos decidieron sobreproteger a Albina, temiendo que ocurriera lo mismo, de ahí que ella comenzó a compartir más espacio en las unidades de emergencia, teniendo su propio asiento de copiloto para apoyar en los llamados ciudadanos.
“Quedó Albina, ella por su enfermedad, padece problemas en sus ojos y necesita lentes especiales, tenemos que estarla llevando continuamente al veterinario por irritaciones oculares y demás, pero es una perrita muy inteligente y muy activa, sin duda que es una parte activa del equipo”.
El Comandante, aseguró que por naturaleza, los perros de esta especie, son un animal especialista en rescate, “a lo largo de los siglos la historia nos dice que esta raza de canes ha salvado vida y empezó su andar bomberil en Europa, sus ladridos alertaban de incendios y servían de alarma”.
“Hace 16 años nos ofrecieron en donación un par de cachorros dálmata, hay toda una historia de los dálmata y los bomberos, entonces los muchachos decidieron integrarlos, era el perrito llamado Pongo y la perrita Albina, ella era más pequeñita en tamaño pero los dos muy inteligentes y fueron creciendo dentro de la base, Pongo era particularmente muy inteligente, Pongo era un animal que los muchachos empezaron a entrenar para hacer algunos juegos como por ejemplo, rodar en el piso, hay uno de los comportamientos que manejamos en prevención de incendios, que le enseñamos a los niños a que si se prende tu ropa, te debes de tapar la cara, tirarte en el piso y empezar a rodar para que apague, en lugar de echarte a correr, te echar a correr y avivas el fuego”.
Consideró que Albina se ha robado el corazón de quienes la conocen, en la colonia donde se ubica la estación de bomberos, diario le comparten una pieza de pan que en su dieta no puede faltar, dado que ha sido adoptada como una gran rescatista y ahora forma parte de las familias de la colonia de Hacienda Grande.
“Afortunadamente es muy querida por los vecinos, por la gente que la conoce, hay gente que diario le trae un bolillo, nosotros tratamos de que no coma fuera de la estación por la experiencia que ya tenemos, pero Albina es una gran compañera en este viaje que tenemos y es muy cercana a todos, es muy querida, es un animal que se da a querer, saluda a la gente y les extiende una de sus patas y hasta que no la saludad no se va”.
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El presidente del consejo Directivo, aseguró que cuando Albina muera, tendrá un lugar especial no solo en el corazón de la gente, sino en la misma estación de bomberos, pues en este mismo lugar se habrá de quedar sus cenizas en una urna dado que ha sido una gran acompañante en el trabajo bomberil que diariamente se realiza desde este lugar.
“Es muy atenta a todo, cuida mucho la base, las unidades y al personal, siempre va en las unidades, en los desfile participa, nos ayudó mucho en las escuelas con actividades de prevención, siempre fue cariñosa, ahora ya no la exponemos tanto por su edad, la cuidamos porque ya la vemos cansada, se la pasa acostada en su cama, tratamos de tenerla ya como compañera, el día que ella muera, hemos decidido tener sus cenizas aquí como otro perrito que tuvimos, tenemos su urna, yo creo que sin duda ella se quedará aquí”, finalizó.