Se cumplió el centenario del natalicio de Eulalio González Ramírez “Piporro” y las autoridades municipales de Monterrey rindieron un homenaje al artista neolonés.
El evento consistió en la transmisión de un documental sobre la vida del actor y un concierto con temas que él compuso o que interpretó por parte del grupo “El Gran Silencio”.
Ante cientos de admiradores reunidos en La Alameda Mariano Escobedo del centro de la ciudad, el presidente municipal, Luis Donaldo Colosio, acompañado de su esposa, la Presidenta del DIF Monterrey, Marilú García de Colosio, de integrantes de su gabinete y de dos de los cinco hijos del actor y una de sus nietas, reconoció a Piporro como un ícono y acervo cultural norestense.
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“El Piporro es parte de nuestro imaginario popular porque simboliza el ingenio, simboliza la alegría, simboliza la franqueza de toda nuestra cultura aquí en el norte del país, además era un artista total, completo, fue cantante, actuaba, bailaba, componía música, producía, dirigía, escribía guiones”.
“Hoy honramos a Piporro, lo honramos porque su talento, su pasión creativa sigue generando sonrisas hasta la fecha, su obra es un legado cultural que seguiremos disfrutando por muchas más generaciones”.
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Recordó que la autenticidad del actor y su orgullo norteño lo llevaron al éxito en todo el país. Al iniciar el homenaje, se transmitió una mesa redonda donde participaron Eleana González Ballí, hija del canta-autor; el doctor, Antonio Cortés Camarillo; y otros especialistas, así como admiradores, donde contaron anécdotas y se concluyó que, entre las múltiples herencias que dejó Piporro para la posteridad están las palabras “raza” y “ajúa” distintivas del norte del país.
En el concierto de "El Gran Silencio" se interpretaron los temas más conocidos como “Chulas Fronteras”, “Los ojos de Pancha”, “El Taconazo” y muchas otras, además Tony Hernández, primera voz de la banda imitó la peculiar, divertida y soflamera forma de hablar del ídolo mexicano.
