Después de tres años de sequía, los seguidores de Shakiraestán de enhorabuena ante su anunciado retorno a los escenarioscon un nuevo disco, El dorado, metáfora de la felicidad y delreencuentro con una inspiración esquiva para quien hubo de hallarel equilibrio entre sus facetas artística y personal.
“Para mí lo primordial en mi vida es mi familia, el amor, lasalud… Lo demás no tiene tanto peso, aunque adoro crear,sobre todo ahora que lo he hecho no como en otros trabajos, en losque me autoexigí demasiado. Quizás porque ser madre es ahora mitrabajo fundamental, el más duro, pero también el mássatisfactorio, y entrar en el estudio se ha convertido en unhobby”, relata.
Lo cuenta a EFE en una visita fugaz a Madrid desde Barcelona,donde reside desde hace años junto a su pareja, el futbolistaGerard Piqué, y sus dos hijos en común, a quienes dedica Eldorado, undécimo disco de estudio en su carrera, que se publicarámañana con ella en la portada emergiendo de una especie de bañolácteo rejuvenecedor.
“El dorado es la inspiración. Me he podido reencontrar conella cuando creía que se había escapado, cuando pensé que hacercanciones otra vez era una tarea casi imposible. Para ello, elapoyo de mi familia fue básico”, comenta la colombiana.
Las tres primeras semanas frente a frente con la composiciónfueron las peores, según revela. “Tuve que encontrar la armoníaentre mi mundo físico, el intelectual y el de madre. Todo entróen algún momento en conflicto, pero cuando pude sortearlo ysobreponerme, empezaron a llegar las canciones”, añade Shakira(Barranquilla, 1977).
El resultado es, en sus palabras, uno de los álbumes que másha disfrutado en su vida, realizado “en plena libertad” y sinpresión.