El planeta desértico de "Dune" invadió este viernes las salas del festival de Venecia con un espectacular filme de ciencia ficción, lleno de efectos especiales suntuosos y luchas interplanetarias.
Presentada fuera de concurso, la nueva versión del clásico de ciencia ficción "Dune", a cargo del canadiense Denis Villeneuve, aclamado realizador de "Sicario", garantiza casi tres horas de entretenimiento con las intrigas palaciegas entre nobles para dominar el inhabitable planeta desértico.
Lanzada con bombos y platillos, para lo cual viajaron al Lido veneciano Timothée Chalamet, Rebecca Ferguson y Javier Bardem, la película se basa en la obra maestra de Frank Herbert, publicada en 1965, seguida de una serie de cinco volúmenes.
"Cuando leí el libro, me llamó la atención la trayectoria de Paul (Atreides, el héroe), la forma en que confronta su identidad con otra cultura, su relación con la naturaleza, su melancolía", aseguró el director canadiense, quien trabajó con dos experimentados guionistas, Jon Spaihts y Eric Roth.
Sin revolucionar el género espacial, con efectos especiales de última generación, el filme se inspira en el célebre "Dune" de David Lynch (1984).
Fiel a la trama del primer volumen del libro, es posible que la saga de tribus y poderosos que habitarán el universo muchos milenios después de nuestra era, no termine nunca de luchar por el control de "la especia", una mezcla que prolonga la vida, ofrece poderes proféticos y garantiza los viajes espaciales.
La especia, una droga que transforma además la percepción del tiempo, se cosecha en el planeta de arena caliente, infestado de formidables gusanos gigantes, que se llama Arrakis o Dune.
Con un presupuesto de 165 millones de dólares, distribuida por Warner Bros, la película es una de las grandes superproducciones estadounidenses invitadas por Venecia tras la pandemia.
"Dune", que goza de numerosos aficionados en todo el mundo conectados a través de las redes sociales, se ha convertido además en un fenómeno de culto, sobre todo después de que consagrados realizadores la adaptaran con poco éxito, entre ellos Alejandro Jodorowsky además de Lynch.
Rodada en zonas desérticas de Jordania, Noruega y Emiratos Árabes Unidos, con escenas adicionales en Hungría, la película es protagonizada por el joven actor franco-estadounidense Timothee Chalamet, de 25 años, príncipe destinado a convertirse en el profeta de Arrakis.
Con Dune se habla "de la mezcla entre política y religión, de los peligros de las figuras mesiánicas, del impacto de la colonización y de los problemas ambientales", explicó Villeneuve, de 53 años.
La película se detiene cuando Paul Atréides y su madre, tras la debacle de su clan, como supervivientes de la masacre de su familia, se refugian en medio del desierto y se encuentran con un grupo de Fremens, lo que podrían cambiar su destino.