De la misma forma que lo hizo en otros foros del país, Danna Paola no dejó ni una sola butaca vacía en el Auditorio Josefa Ortiz de Querétaro. Muchos de sus fans incluso llevaban dos años esperándola con boleto en mano, ya que por la pandemia su Mala fama tour tuvo que posponerse en 2020.
Sin embargo, en todo ese tiempo Danna Paola cambió y llegó con un espectáculo irreverente y desenfadado que bajo el nombre de XT4S1S, apuesta por la liberación de los sentidos.
“Si hoy fuera el último día, ¿qué te gustaría sentir? Eso que se haya en la vértice de cada uno de los sentidos, esa sensación tan única del estado en el que pierdes la conciencia del mundo exterior y consigues conectar con tu alma a un nivel inexplicable de placer, de poder, amor, excitación, dopamina, euforia y las ganas de gritarle al mundo que eres libre… no quiero morir sin haber vivido”, se escuchó decir a la artista en el arranque de su show, seguido por los gritos de sus seguidores.
Al ritmo de Mía, la artista se abrió paso en el escenario, portando una gabardina hasta el piso que pronto lanzó por el aire para mostrar su nuevo look, con el que hace una oda a la tendencia fetichista.
Acompañada por un séquito de bailarines, Danna Paola ejecutó complejas y sexys coreografías mientras unas lanzallamas iluminaban las siluetas, sumergiendo en éxtasis a todos los espectadores.
“Querétaro, sean `todes bienvenides´ al XT4S1S tour… será una noche más, una noche larga para compartir”, dijo la artista antes de cantar las primeras líneas de Mala fama.
Esa noche se reunieron integrantes de la comunidad LGBTQ+ de Querétaro, principalmente exponentes del movimiento contracultural Ballroom, que no dudaron bailar al estilo del “voguing”.