Washington anunció el miércoles que mantendrá los aranceles sobre productos europeos en el contexto de una disputa relacionada con la industria aeronáutica, pero modificó la lista de productos gravados.
Se trata del último episodio de una disputa comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE) que data de octubre de 2004 por los subsidios a los fabricantes de aviones europeos Airbus y el estadounidense Boeing.
La Organización Mundial del Comercio (OMC) autorizó el año pasado a Washington a imponer estos aranceles a cerca de 7.500 millones de dólares de bienes y servicios europeos importados cada año, la sanción más severa jamás avalada por el organismo.
Desde entonces, Washington ha impuesto aranceles de hasta 25% a ciertas importaciones de la UE, como vino, queso y aceitunas, en tanto el gravamen de 10% a los aviones Airbus se elevaron en marzo a 15%.
Washington decidió mantener el miércoles la cantidad de bienes y servicios afectados en 7.500 millones de dólares, con manteniendo los aranceles de 15% para la aeronáutica y de 25% para el resto, incluidos los vinos franceses, alemanes, españoles y los whiskies británicos.
Sin embargo, la lista de productos afectados se modificó, con el retiro a partir del 1 de septiembre de determinados productos de Grecia y Reino Unido, agregando una cantidad equivalente de productos de Francia y Alemania.
En julio, Airbus anunció que había "cumplido plenamente" las normas de la OMC tras acordar con los gobiernos español y francés pagar mayores intereses sobre los anticipos reembolsables realizados por París y Madrid.
La UE dijo entonces que esta propuesta debería llevar a Estados Unidos a levantar "inmediatamente" sus represalias comerciales decididas sobre la base de este conflicto.
Pero Washington consideró insuficientes las acciones tomadas por la UE, aunque se mostró abierto a la búsqueda de una solución.