En México hay 74.3 millones de usuarios de internet de seis años o más, que representan 65.8 por ciento de la población en ese rango de edad, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares 2018.
En dicho año se observó un crecimiento de 4.2 puntos porcentuales respecto a 2017, cuando se registraron 71.3 millones de usuarios; además, del total de internautas, el informe refiere que 51.5 por ciento son mujeres y 48.5 por ciento son hombres.
Del total de la población usuaria de Internet de seis años o más, el grupo de entre 25 y 34 años es el que registra la mayor proporción de usuarios de internet, las mujeres en este rango de edad representan 10.4 por ciento y los hombres 9.8 por ciento.
Por otro lado, según el estudio, y en el marco de la celebración del Día de Internet, la población de 55 años o más es la que menos usa internet, registrando cifras del 4.1 por ciento para las mujeres y 4.0 por ciento para los hombres.
Las tres principales actividades de los usuarios de internet en 2018, fueron entretenimiento (90.5%), comunicación (90.3%), obtención de información (86.9%), así como para hacer tareas y capacitación (83.6%).
Aunque año con año hay un avance en el número de mexicanos que tienen acceso a Internet, hay un reto muy grande para poder llevar conectividad a todos aquellos que se encuentran en zonas más alejadas y con poco desarrollo.
De acuerdo con el director general de la consultora The Competitive Intelligence Unit (CIU), Ernesto Piedras, uno de cada tres mexicanos se encuentra en una condición que se puede denominar como “discapacidad digital”.
Refiere que para que la totalidad de la población cuente con disponibilidad y acceso a Internet se requiere no sólo de condiciones óptimas en calidad y precio, sino hacer accesibles esos servicios en localidades remotas y de escasa población, y la ruta se vislumbra en generar los incentivos para el despliegue de infraestructura.
Esa es una tarea compleja y costosa, pero no inalcanzable para la sociedad, ya que el costo para cubrir ese déficit de infraestructura y cerrar la brecha digital asciende a 187.5 mil millones de pesos.
Dicho monto deberá derivar de la generación de los incentivos correctos y la certidumbre legal necesaria, apoyada en las herramientas de eficiencia operativa del mercado, a partir de la promoción de la competencia efectiva, complementados por los esfuerzos y alianzas estratégicas de los agentes privados y las entidades públicas.