La retirada de la plataforma de vídeo viral TikTok de Hong Kong es una iniciativa comercial que le permite defenderse de las acusaciones de colusión con China, pero no logra disipar por completo las dudas, estiman varios analistas.
La plataforma, propiedad del grupo chino Bytedance, anunció el martes la suspensión de la aplicación en la antigua colonia británica, días después de que Pekín promulgara una nueva ley de seguridad nacional que otorga más poderes a la policía, sobre todo en la vigilancia.
Unas horas antes Facebook, Google y Twitter anunciaron que dejaban de responder a las solicitudes de información sobre sus usuarios presentadas por el gobierno y las autoridades de Hong Kong.
La decisión de retirarse de Honk Kong debería ayudar a TikTok a sacarse de encima "la etiqueta de empresa controlada por China y que comparte datos con el gobierno chino", considera Zhu Zhiqun, profesor de ciencias políticas en la universidad Bucknell, en Estados Unidos.
Le permite mejorar la reputación, sin perder muchos usuarios, dado que tiene "relativamente pocos en Hong Kong", según Severine Arsene, de la universidad china de Hong Kong.
También le permitirá centrarse en el mercado estadounidense, que le aporta cada vez más ingresos. "(TikTok está) ahora principalmente preocupada por su supervivencia en Estados Unidos", explica el experto Elliott Zaagman, quien colabora con el centro de reflexión Lowy Institute en Australia.
La aplicación Douyin, también desarrollada por Bytedance y difundida principalmente en China continental, recuperará -añade- una parte de los usuarios de TikTok.
Douyin - que comparte datos de sus usuarios con el gobierno chino - no está oficialmente disponible en Hong Kong, pero Bytedance es partidaria de que se use en esta ciudad de siete millones de habitantes.
"La compañía no tiene la intención de hacer que Douyin esté disponible en el App Store de Hong Kong, pero Douyin tiene usuarios locales de Hong Kong que la han descargado en China continental", declaró a la AFP un portavoz de ByteDance.
TikTok y Douyin son unas de las aplicaciones más populares en el mundo, con más de 2.200 millones de descargas, según la agencia de investigación estadounidense SensorTower.
Proponen una gran cantidad de videoclips de 15 a 60 segundos, a menudo divertidos y humorísticos, además de tutoriales de maquillaje y coreografías.
En el blanco de Estados Unidos
El gobierno estadounidense vigila de cerca a TikTok debido a su creciente popularidad en el país.
En un contexto de gran crispación con China por la forma en la que gestionó la pandemia de Covid-19, el presidente Donald Trump declaró esta semana que se plantea prohibirla.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, afirmó asimismo que Washington está considerando prohibir varias aplicaciones chinas, entre ellas TikTok, en medio de sospechas de espionaje.
India - donde TikTok es muy popular - bloqueó recientemente la plataforma alegando motivos de seguridad nacional después de un enfrentamiento fronterizo entre sus soldados y militares chinos.
TikTok desmiente categóricamente las acusaciones de espionaje. "Nunca hemos proporcionado datos sobre nuestros usuarios al gobierno chino, y no lo haríamos si nos lo pidiera", afirmó un portavoz el miércoles.
También se sospecha que TikTok ha proscrito algunas imágenes de las manifestaciones en Hong Kong, en un intento de apaciguar al gobierno chino.
Las búsquedas efectuadas esta semana en TikTok con las etiquetas #democracy e #independence en Hong Kong no conectaban con ningún video, comprobó la AFP. Otras, como #nationalsecuritylaw y #HongKongindependence, daban resultados.
Un portavoz de Tiktok negó que hubiera censura. "No aplicamos ninguna restricción a los contenidos políticos, a no ser que violen las normas comunitarias, como la incitación al odio", declaró a la AFP.