La periodista filipina María Ressa atacó el viernes, en la recepción conjunta del premio Nobel de la Paz junto al ruso Dimitri Muratov, a los grandes grupos tecnológicos estadounidenses, culpables, según ella, de permitir la difusión de "un lodo tóxico" en las redes sociales por su codicia.
La tecnología de estas empresas "permitió que el virus de la mentira nos infectara a cada uno de nosotros, enfrentándonos entre nosotros, sacando a la luz nuestros miedos, nuestra rabia y nuestro odio, preparando el terreno para la llegada de dirigentes autoritarios y de dictadores", dijo la cofundadora de la web de noticias Rappler.
"Lo que más necesitamos ahora es transformar este odio, esta violencia, el lodo tóxico que recorre el ecosistema de la información, porque las empresas estadounidenses de internet ganan más dinero a medida que se extiende el odio", añadió.
"Esas empresas estadounidenses (...) están enemistadas con los hechos, enemistadas con los periodistas. Su naturaleza es dividirnos y radicalizarnos", explicó la periodista de 58 años.
Ahora bien, "sin los hechos, no podéis tener la verdad. Sin verdad, no podéis tener la confianza. Sin confianza, no tenemos (...) democracia, y se vuelve imposible enfrentarse a los problemas existenciales de nuestro planeta: el clima, el coronavirus, la batalla por la verdad", agregó.
Al frente de Rappler, Ressa se ha convertido en un símbolo de la lucha por la libertad de prensa en la era de los dirigentes autoritarios, por lo que tiene abiertos varios procesos judiciales en Filipinas.
"Lo que ocurre en las redes sociales no se queda en las redes sociales", señaló la que es la bestia negra del presidente Rodrigo Duterte, de quien denuncia los brutales métodos de su guerra contra la droga. "La violencia por internet es una violencia auténtica".
Ressa se encuentra en libertad condicional a la espera del fallo por el recurso presentado tras su condena por difamación. Por ello, tuvo que pedir permiso a cuatro tribunales para poder viajar a Oslo y recoger en persona el premio Nobel este viernes.