Seguramente habrá usted leído o escuchado sobre herramientas como el Chat GPT, una interacción de texto a la que se pueden escribir preguntas (“promts”) y las respuestas son a tal grado aceptables que ya incluso hay anécdotas en universidades de exámenes aplicados con altas evaluaciones usando este tipo de plataformas.
A tal grado ha llegado su desarrollo en los meses recientes que ha surgido toda una nueva gama de soluciones basadas en este tipo de interacciones, donde la Inteligencia Artificial comienza a entrar en un ámbito de productividad, a la cual se le conoce como Inteligencia Artificial Generativa (IAG).
Como ocurre ante toda novedad tecnológica de nuestros tiempos y más cuando no la conocemos a detalle, aparecen todo tipo de escenarios, desde los más catastróficos en los cuales la IAG sustituirá a millones de trabajadores del conocimiento, hasta aquellos que nos invitan a usarlas para “volvernos ricos” en poco tiempo.
Esta IAG hace referencia al uso de la Inteligencia Artificial para crear contenido, ya no solo como texto, sino imágenes, música, audio y vídeos, por lo que sus aplicaciones en los contextos empresariales y de negocios son múltiples.
Revisemos algunas de dichas aplicaciones: automatizar procesos de negocio, crear contenido de valor combinando texto e imágenes de alta calidad, realizar analítica de datos para descubrir tendencias y apoyar la toma de decisiones estratégica, extraer la "voz" de un documento (un resumen de lo más importante) para gestionar de mejor forma el conocimiento, mejorar las interacciones con los clientes a través de chats "inteligentes" que parezcan personas respondiendo dudas, explorar enormes cantidades de datos no estructurados a través de interfaces semánticas (lenguaje natural), escribir código de programación para crear un sitio Web o una App, apoyar en tareas repetitivas como responder propuestas de cotizaciones en varios idiomas, generar facturas, elaborar contratos y un muy largo etcétera.
Todo lo anterior y nuevos usos que se van descubriendo a diario, ha propiciado un ecosistema favorable para quienes comienzan a usar estas herramientas de IAG en un contexto de generación de valor para sus negocios u organizaciones.
Desde el contexto universitario actualmente nos encontramos explorando a través de investigación, desarrollo y práctica, en equipos multidisciplinarios, cómo este tipo de plataformas pueden contribuir en procesos de formación (enseñanza-aprendizaje), evaluación de conocimientos y creación de nuevas competencias laborales. Nos interesa anticipar el futuro de la educación superior.
Es claro que estamos apenas en el inicio de una nueva era y es también evidente que vendrá con ella una reinvención en los negocios, transformando la manera en que trabajamos, creando nuevas experiencias a los clientes, con nuevos empleos que irán apareciendo en la medida que las necesidades de esta trasformación las vaya demandando.
Si bien pudiéramos ver a la IAG como una amenaza en muchos sentidos, te invito a que te acerques a ella para que la conviertas en una oportunidad para tu desarrollo profesional y el de tu empresa u organización. Como bien lo reflexiona Carmen Torrijos en su libro “La primavera de la inteligencia artificial”: - No es la IA la que hace cosas, sino que somos nosotros los que hacemos cosas con inteligencia artificial.
¿Qué tanto conoces la IAG? ¿Cómo percibes que moldeará tu negocio a futuro? ¿Qué funciones de tu empresa pueden ser rediseñadas con el apoyo de estas herramientas? Me dará mucho gusto conocer tus respuestas y reflexiones… Sigamos conversando.
*Decana de la Escuela de Negocios, Región Centro-Sur
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