Seguramente ha caído o comprado algún tipo de producto de un esquema de negocios piramidal por medio de alguien que conoce. La mayoría de estos esquemas están basados en la venta de productos en la que los vendedores mismos van reclutando a otros vendedores y esto significa un porcentaje extra de ingreso de quien recluta más vendedores, quienes a su vez pueden reclutar también, formando un esquema piramidal. El problema de dichos esquemas es la sobre producción de cosas que dependen de una gran inversión en mercadotecnia impresa, en los que los vendedores se ven obligados a vender cantidades específicas o bien, se quedarán con demasiados productos extra que terminarán regalando o vendiendo a bajo costo y posiblemente cerca expirar, en algunos casos. En este sistema piramidal, los que están arriba de la pirámide son muy pocos generando mucho, y quienes dependen de muchas personas para lograr estos modelos de negocio a escala. A largo plazo, la experiencia de los vendedores nunca llega a ser lo que visualizaron al inicio. Sin embargo, a pesar de que este modelo piramidal en realidad beneficia solamente a unos pocos, este mismo sistema permite no solamente ser un fan de una marca, sino que permite de alguna forma difundirla, en especial si los clientes realmente encuentran un valor real en el producto. Este último punto es fundamental, si bien ahora se usan influencers, quienes en realidad son personas más cercanas a “nosotros”, el ideal final es poder ser no solo consumidor sino un influencer pero solamente de los productos y servicios en los que encontramos valor. Este modelo se ha adoptado ampliamente en los nuevos modelos de transacciones en el metaverso. Un ejemplo de esto podría ser los NFT o, en otras palabras, arte digital registrado en cadena de bloques, en el que un artista puede vender su arte y la persona que lo compra, en caso de querer re-vender este arte (como se tiende a hacer ya que muchas obras se usan para guardar valor) el artista original tiene la opción de especificar -por medio de un contrato inteligente- que cada que se revenda la pieza, un porcentaje pre acordado, se le asigne al artista. Con modelos similares, en los que se puede decidir sobre la autoría original, así como la especificación de asignación de porcentajes por ventas y re-ventas, se van creando comunidades que encuentran valor en cosas similares. Esta creación de comunidad y sentido de pertenencia es un nuevo rasgo que ya se alcanza a ver como fundamental dentro del futuro de la economía digital en el metaverso. El “sistema de referidos” en la web 3.0 ayuda a que personas de confianza puedan explicar a otras personas como es que la cadena de bloques permite una relación de persona a persona, en tema de compra y venta segura, sin necesidad de tener que depender de terceros, todo por medio de contratos inteligentes.
*Profesora de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno, Tec de Monterrey Campus Querétaro
