Durante el mes de junio las redes sociales y locales comerciales de las marcas se visten con los colores del arcoíris para mostrarse como gayfriendly o incluyentes. Sin embargo, muchas empresas son criticadas por ser consideradas oportunistas y tomar a los movimientos de diversidad sexual como un trampolín para anunciar promociones y publicitar sus productos.
La comunidad LGBTTTIQ+ en realidad no busca un patrocinio comercial, busca reconocimiento, trato digno e igualdad de oportunidades.
Las marcas deben aproximarse a la diversidad con honestidad, a través no solo de publicidad, sino de políticas que reconozcan y den libertad a las y los colaboradores para ser quienes son.
Las instituciones más reconocidas en este tema, recomiendan entender la diversidad no como una iniciativa, ni un objetivo, sino como un componente de la cultura corporativa. Para lograrlo estas empresas han incorporado a su ADN lo que se conoce como DIB (por sus siglas en inglés). El DIB está conformado por la Diversidad, entendida como todo aquello que hace a una persona única; la Inclusión que es el acto de crear un comportamiento justo e imparcial sin favoritismos ni discriminación; y la Pertenencia (belonging) que es la necesidad humana de integrarse siendo quienes somos, en nuestro modo particular de ser.
La integración de este modelo requiere de un cambio en la forma de pensar de las compañías e incluye acciones específicas de sensibilización a los líderes, la evaluación del proceso de contratación y, más importante aún, la creación de oportunidades y la remuneración justa de las y los colaboradores sin importar su sexo ni orientación sexual.
Solo cuando una empresa ha incorporado exitosamente este enfoque, entonces puede denominarse una aliada de la comunidad LGBTTTIQ+.
Además al hacerlo, las compañías no solamente estarán ganando moralmente. Estudios recientes señalan que cuando una institución tiene una cultura corporativa que favorece la diversidad e inclusión, las y los colaboradores aumentan su sentido de pertenencia en un 56% y su rotación se reduce en un 34% en comparación con quienes aún no han incorporado al DIB.
Vale la pena entonces convertirse en una empresa que reconozca y empodere a la diversidad como una característica imprescindible.
*Directora de Programa de la Licenciatura en Comunicación del Tec de Monterrey Campus Querétaro