El fabricante alemán de automóviles BMW espera un "aumento significativo" de sus ingresos imponibles en 2021, que cayeron un 27% el año anterior debido al covid-19, al tiempo que acelera su transición hacia los coches eléctricos.
El grupo con sede en Múnich "está decidido a continuar en el camino del repunte" iniciado en la segunda mitad del año pasado, según un comunicado el miércoles, y adelantará el lanzamiento de un modelo eléctrico clave, el i4.
El fabricante aumentó sus objetivos de ventas de vehículos eléctricos, en un contexto de normas europeas sobre emisiones de CO2 cada vez más estrictas que obligan a todo el sector a renovarse.
En los próximos diez años, BMW quiere vender diez millones de modelos 100% eléctricos, frente a los más de 4 millones anunciados anteriormente.
La marca de gama alta, pionera de los coches eléctricos con el i3, se ha quedado atrás, sobre todo respecto a su competidor estadounidense Tesla.
Tras un incremento del 13% el año pasado, las ventas de vehículos eléctricos deberían aumentar "bastante más del 50%" en los próximos cinco años y luego una media del 20% hasta 2030.
Para entonces, la tecnología eléctrica debería representar la mitad de las ventas mundiales del grupo, prevé BMW.