/ jueves 22 de marzo de 2018

Creían que era un alien pero científicos descubren algo inusual

Una década después quedó descartada la idea de que se trataba de un extraterrestre

Miami, Estados Unidos.- El hallazgo en 2003 generó una enorme intriga internacional: un pequeñísimo esqueleto momificado con una cabeza alienígena, metido en una bolsa de cuero descubierta detrás de una iglesia, en el desierto chileno de Atacama.

Una década después quedó descartada la idea de que se trataba de un extraterrestre. Pero este jueves un grupo de investigadores anunció que nuevos datos obtenidos de un análisis genético completo mostraron que el esqueleto, apodado "Ata", pertenecía a una niña con varias mutaciones genéticas raras relacionadas con el enanismo, malformaciones y envejecimiento prematuro.

Previamente, los expertos habían determinado que los huesos parecían pertenecer a alguien con una edad comprendida entre los seis y ocho años, dijo el estudio en la publicación científica Genome Research. Pero este avanzado desgaste en los huesos era probablemente una consecuencia de sus malformaciones, no un reflejo de su edad real.

De hecho, según el estudio es probable que no haya vivido mucho tiempo y puede haber nacido prematuramente.

"Dado su tamaño y la gravedad de sus mutaciones, parece probable que (la niña) fuera producto de un parto prematuro", agregó la investigación.

Tampoco es un esqueleto antiguo, como apuntaban algunas hipótesis.

Los investigadores ahora dicen que el esqueleto, que está increíblemente intacto, probablemente no tenga más de 40 años.

"Ahora sabemos que es una niña", dijo Garry Nolan, el autor principal del estudio y profesor de microbiología e inmunología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford.

La infante, que medía unos 15 centímetros, tenía un extraño tórax de 10 pares de costillas -lo normal son 12 pares.

A partir del ADN extraído de la médula ósea, los investigadores hicieron un análisis del genoma completo que determinó que era nativa de América del Sur, "con variaciones genéticas que la identificaban como procedente de la región andina habitada por los indígenas chilotes chilenos", dice el informe.

Foto: AFP

Múltiples mutaciones

El experto dijo que "una cantidad relativamente pequeña de mutaciones en genes conocidos por su relación con el desarrollo óseo" fue hallada en genes vinculados con enanismo, escoliosis y malformaciones congénitas músculo esqueléticas.

Algunas de estas mutaciones eran conocidas anteriormente por los científicos, otras no.

La forma en que la niña llegó a tener estos defectos genéticos sigue siendo un misterio, pero los investigadores sugirieron que la contaminación de una mina cercana podría ser la responsable.

Si bien solo podemos especular sobre la causa de las múltiples mutaciones en el genoma de Ata, el espécimen fue encontrado en La Noria, uno de los muchos pueblos mineros de nitrato del desierto de Atacama abandonados, lo que sugiere como posible factor la exposición prenatal al nitrato, que daña el ADN.

El descubrimiento podría algún día conducir al desarrollo de tratamientos para personas con problemas óseos, dijo Nolan.

"Tal vez haya una manera de acelerar el crecimiento óseo en personas que lo necesitan, o en personas que tienen malos crecimientos", aventuró. "Nunca se había visto nada similar. Y por ende, nadie había investigado la genética de esto".

Por el momento, sin embargo, Nolan exhortó a que el esqueleto, ahora propiedad de un coleccionista español de arqueología, regrese a Chile.

Creo que debería devolverse al país de origen y enterrarse de acuerdo con las costumbres de la población local.

/amg

Miami, Estados Unidos.- El hallazgo en 2003 generó una enorme intriga internacional: un pequeñísimo esqueleto momificado con una cabeza alienígena, metido en una bolsa de cuero descubierta detrás de una iglesia, en el desierto chileno de Atacama.

Una década después quedó descartada la idea de que se trataba de un extraterrestre. Pero este jueves un grupo de investigadores anunció que nuevos datos obtenidos de un análisis genético completo mostraron que el esqueleto, apodado "Ata", pertenecía a una niña con varias mutaciones genéticas raras relacionadas con el enanismo, malformaciones y envejecimiento prematuro.

Previamente, los expertos habían determinado que los huesos parecían pertenecer a alguien con una edad comprendida entre los seis y ocho años, dijo el estudio en la publicación científica Genome Research. Pero este avanzado desgaste en los huesos era probablemente una consecuencia de sus malformaciones, no un reflejo de su edad real.

De hecho, según el estudio es probable que no haya vivido mucho tiempo y puede haber nacido prematuramente.

"Dado su tamaño y la gravedad de sus mutaciones, parece probable que (la niña) fuera producto de un parto prematuro", agregó la investigación.

Tampoco es un esqueleto antiguo, como apuntaban algunas hipótesis.

Los investigadores ahora dicen que el esqueleto, que está increíblemente intacto, probablemente no tenga más de 40 años.

"Ahora sabemos que es una niña", dijo Garry Nolan, el autor principal del estudio y profesor de microbiología e inmunología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford.

La infante, que medía unos 15 centímetros, tenía un extraño tórax de 10 pares de costillas -lo normal son 12 pares.

A partir del ADN extraído de la médula ósea, los investigadores hicieron un análisis del genoma completo que determinó que era nativa de América del Sur, "con variaciones genéticas que la identificaban como procedente de la región andina habitada por los indígenas chilotes chilenos", dice el informe.

Foto: AFP

Múltiples mutaciones

El experto dijo que "una cantidad relativamente pequeña de mutaciones en genes conocidos por su relación con el desarrollo óseo" fue hallada en genes vinculados con enanismo, escoliosis y malformaciones congénitas músculo esqueléticas.

Algunas de estas mutaciones eran conocidas anteriormente por los científicos, otras no.

La forma en que la niña llegó a tener estos defectos genéticos sigue siendo un misterio, pero los investigadores sugirieron que la contaminación de una mina cercana podría ser la responsable.

Si bien solo podemos especular sobre la causa de las múltiples mutaciones en el genoma de Ata, el espécimen fue encontrado en La Noria, uno de los muchos pueblos mineros de nitrato del desierto de Atacama abandonados, lo que sugiere como posible factor la exposición prenatal al nitrato, que daña el ADN.

El descubrimiento podría algún día conducir al desarrollo de tratamientos para personas con problemas óseos, dijo Nolan.

"Tal vez haya una manera de acelerar el crecimiento óseo en personas que lo necesitan, o en personas que tienen malos crecimientos", aventuró. "Nunca se había visto nada similar. Y por ende, nadie había investigado la genética de esto".

Por el momento, sin embargo, Nolan exhortó a que el esqueleto, ahora propiedad de un coleccionista español de arqueología, regrese a Chile.

Creo que debería devolverse al país de origen y enterrarse de acuerdo con las costumbres de la población local.

/amg

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