Comienza la época de lluvia y el cambio de clima para muchos, puede representar un reto en cuanto a sus emociones. De hecho, en las redes sociales está de moda hablar sobre pertenecer al grupo de los que valoran el frío y el grupo de los que valoran el calor, pero cada individuo tiene una predilección, de acuerdo a lo que siente.

El psicólogo Erich Matamoros explica que el Trastorno afectivo estacional es un trastorno en donde las emociones se ven afectadas, en un específico momento del año, sobre todo en cuestiones depresivas.

“El individuo pierde el apetito, ganas de hacer cosas, se afectan sus emociones y le trastorna su actuar de la vida. Se ve más en Europa del norte o países como Japón, donde durante muchos meses hay invierno y lluvia, de hecho, hay campañas muy fuertes para ayudar a las personas, porque han ocupado el primer lugar en suicidios del mundo”.

La afección se da principalmente a inicios de otoño y en invierno en un 80%, por la falta de luz y actividad. Para Erich es una cuestión psicofisiológica, existe una disminución de vitamina D, y además somos fotorreceptores (células capaces de absorber luz), en los ojos y la piel principalmente. Por eso es que la lluvia también deprime.

"Hay gente que dice que le deprime la lluvia, cuestión que no están inventando, es porque la estación les causa un problema psicofisiológico. Sienten desgano, pocas ganas de comer, pocas ganas de hacer sus actividades y todo el tiempo están a la defensiva. El individuo se siente mal y enojado”.

En México, es más común verlo en estados de climas extremosos como Nuevo León o Chihuahua. Sin embargo, por los cambios climáticos que estamos padeciendo, Erich Matamoros considera que se deben de hacer nuevas investigaciones.

“Una de las grandes características, es que siempre empieza en el paciente en las mismas fechas. Por ejemplo, los de team calor, es gente que requiere del sol y que le gusta, y que sin él se siente aturdido, enojado y triste, por la falta de vitamina D y es gente que la produce menos”.

Las consecuencias de padecerlo gravemente es que podemos llegar a los trastornos depresivos como la bipolaridad, es decir que pasan de una emoción a otra, casi instantáneamente, se presenta tristeza o irritabilidad. A nivel fisiológico, a la gente le disminuyen los neurotransmisores, que es un químico que nuestro cerebro segrega para ciertas funciones.

“Hay personas que no disfrutan del frío o del invierno, porque hay oscuridad. La lluvia transmite cierto grado de tristeza, y está tan estudiado, que hay una rama que se llama criminología ambientalista, que nos dice que, dependiendo del clima, hay ciertos tipos de crímenes”.

Para atender este trastorno, tenemos que atender la cuestión médica biológica, a través de la alimentación, mayor vitamina D y E, comer bien, aunque no tengamos hambre y forzarnos a hacer actividades físicas o culturales como pintar o tocar un instrumento.

En otros países se da la fototerapia (luz aplicada para el tratamiento de enfermedades), pero en México hay muy pocos profesionales del tema, por el clima que tenemos. Otra de las recomendaciones es socializar, pero de acuerdo con Erich, no todos pueden lograrlo con éxito.

“Es difícil forzar a la gente a socializar porque están irritables, pero por lo menos se recomienda salir a la calle y confrontar esta situación. Pueden ir un rato al parque, dar una vuelta y ver a la gente, ver a sus personas cercanas, o hacer una videollamada con un amigo. Eso nos ayuda a que nuestro cerebro tenga dopamina, serotonina, oxitocina”.

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Es importante tomar en cuenta las emociones que sentimos, porque el trastorno se puede ir agudizando y puede pasar a una comorbilidad, y caer en trastornos depresivos o ansiosos. Se puede presentar alguna fobia, o puede escalar y llegar a conductas suicidas.

“No hay que descuidar la salud mental. Ir a terapia te puede ayudar mucho y no dejar de socializar, porque somos seres sociales y el mundo pospandemia nos hizo más aislados, y en la humanidad dependemos uno del otro”.