Su nombre hace referencia al robo de un banco en Estocolmo, Suecia, en 1973, cuando un delincuente secuestró a tres mujeres y un hombre durante 131 horas, cuando estas personas fueron liberadas, ya habían establecido lazos emocionales con su secuestrador y explicaron a los reporteros que veían a la policía cómo los enemigos y tenían sentimientos positivos hacia el criminal.
Este síndrome es considerado como un mecanismo de defensa ante una situación traumática que sucedió, expertos consideran que algunas características son, que los secuestradores tienen sentimientos negativos hacia la policía y autoridades, contrario de los secuestradores hacia el captor y este hacia los secuestrados.
El síndrome de Estocolmo no afecta a todos los rehenes o secuestrados, según un estudio del FBI que realizó a 4.700 víctimas de secuestros, dijo que el 27% de los secuestrados desarrollaron este trastorno.
Los datos revelaron que son tres factores necesarios para desarrollar este síndrome:
* El secuestro dura varios días o periodos más largos (semanas, meses)
* Los secuestradores siguen en contacto con sus víctimas, es decir, no los aíslan en una habitación separada
* Los captores son amables con los rehenes o los secuestrados y no les hacen daño
Fuente: Blog Alhama