Alrededor de 115 enfermedades crónicas como artritis, osteoatritis, Alzheimer, Parkinson, falla renal, desórdenes autoinmunes, esclerosis múltiple, artritis reumatoide, lupus, isquemia crítica de extremidades, condiciones cardiovasculares y enfermedades vasculares periféricas, pueden ser tratadas con células madre.
Y es que la capacidad de éstas para multiplicarse y dar origen a células especializadas que, a su vez, crean otros tejidos del cuerpo, pueden ser muy útiles para atender condiciones degenerativas que con terapias convencionales sería muy difícil de tratar.
En este tipo de tratamientos “a la medida”, se obtiene una muestra, derivada de cualquier tejido, como el cordón umbilical o tejido adiposo del paciente, y se guarda para usarse en caso de que en un momento dado lo necesite. Y lo mejor de todo es que no existe ninguna posibilidad de efectos secundarios en estos tratamientos.
Debido a que es un traje a la medida, se tiene que valorar caso por caso, porque existen algunas contraindicaciones en las que no se pueden utilizar estas células y algunas afecciones que no tienen respuesta ante esto.
Esas células progenitoras, van a ser el original de todas las copias que se hagan, así se hagan un tratamiento o 100.
Aunque, los especialistas dejaron claro que la mejor calidad de las células son las de los recién nacidos, porque tienen la mejor capacidad proliferativa.