¿Sabías Qué?

Karina Jiménez T.

  · miércoles 31 de enero de 2018

Hoy en día la mayoría de las personas quieren verse joven y tener una buena apariencia. Buscan recuperar la lozanía de su rostro y cuello, sin sacrificar una expresión natural, pero quiere hacerlo sin verse como si fuera un muñeco de cartón.

Afortunadamente existen otras prácticas que resultan menos invasivas y que en las últimas décadas han desplazado a la cirugía plástica, como lo esla aplicación de toxina botulínica, mejor conocida como Botox, (ácido hialurónico y de hidroxiapatita de calcio).

Estos procedimientos sirven para suavizar las arrugas del entrecejo (ceño fruncido), los surcos en las comisuras de los labios (líneas de marionetas) o las arrugas arriba de labio superior, conocidas como "código de barras".

El efecto tensor o de relleno del Botox puede durar entre seis meses y dos años, dependiendo de la sustancia y la zona en que se aplique.

En la última década, la demanda de toxina botulínica creció 150 por ciento en el país y en el mundo creció mil desde el año 2000.

De las mujeres y hombres que deciden este tratamiento, 95 por ciento se aplica para corregir arrugas del entrecejo, patas de gallo y arrugas debajo de los ojos.

Por género siguen siendo más las mujeres quienes acuden a realizarse un procedimiento estético, 70 por ciento frente a 30 por ciento de los varones, pero se espera que en cinco años la proporción sea 50-50.

Los varones buscan mejorar la apariencia en el entrecejo y la frente, así como recuperar el marco de la mandíbula para que se vea cuadrado, pues es sinónimo de juventud de "alto nivel de testosterona", en resumen les da virilidad.

Claro que es muy importante cerciorarte de acudir con un médico certificado para evitar daños a su salud, pues aunque está prohibido en México sigue habiendo personas que inyectan metacrilato, el cual es un relleno permanente de plástico con graves consecuencias para la salud.

Cada unidad de Botox y ácido hialurónico tiene un costo en promedio de entre tres mil y cinco mil pesos, en algunos casos puede ser más costoso dependiendo de la calidad y del médico.

Así que no te dejes sorprender, si alguien te ofrece las llamadas jeringas a un costo promedio de 800 pesos y el líquido es lechoso, debes sospechar porque seguramente te van a inyectar un plástico.