¿Sabías Qué…

Por: Karina Jiménez T.

  · miércoles 1 de agosto de 2018

A nivel mundial, la caries es la décima afección más común en los “dientes de leche”, pues se estima que afecta a más de 600 millones de niños, a pesar de ser un problema prevenible.

La prevención de este mal, requiere de acciones sencillas como la limpieza, el correcto uso de la pasta, cepillo e hilo dental, así como de una alimentación adecuada y observación.

Llega Jornada Interinstitucional de Salud Bucal a Hogares Providencia.

Además de eliminar hábitos como el uso de chupones o chuparse el dedo por periodos prolongados, pues pueden distorsionar la posición de los dientes y el crecimiento de los maxilares, lo que incluso podrían afectar los patrones del habla de los niños

Una atención inadecuada en la etapa de dentición primaria, conlleva a otras alteraciones como la pérdida del espacio para las piezas permanentes, infecciones, dolor, disminución de la capacidad de nutrirse y ausentismo escolar.

Los dientes de leche, son importantes por sus múltiples funciones, pues ayudan a los pequeños a masticar, a sonreír, a hablar de manera correcta, a posicionar su lengua, además contribuyen a estimular el crecimiento de los huesos de la cara, concretamente de los maxilares.

Su pérdida prematura podría llevar a un desfase en la erupción de los dientes permanentes, que provocaría que salgan de manera desordenada y mal alineados.

La higiene bucal debe iniciar desde el nacimiento. Con una gasa húmeda se limpia la lengua y el paladar del bebé, a diario o cada tercer día, y cuando la dentición comienza, el cuidado debe ser diario. Los ácidos y azúcares, provocan la destrucción de los tejidos de los dientes y contribuyen al desarrollo de caries.

Para llevar un buen control y cuidado bucodental, es indispensable visitar al dentista una vez que salga el primer diente, y el seguimiento dependerá de la atención que requiera en particular.