Aunque la demencia tipo Alzheimer tiene un fuerte componente genético, también puede desarrollarse de manera espontánea por factores asociados al estilo de vida.
Existen tres factores modificables a cualquier edad, incluso hábitos que pueden iniciarse desde la infancia a fin de retrasar la aparición de la enfermedad cuando hay antecedentes familiares, e incluso prevenirla al mantener cuerpo y mente sanos a lo largo de la vida.
1. Alimentación:
Además de incluir en cada comida frutas, verduras, cereales y proteínas tanto animales como vegetales, es necesario evitar el consumo de azúcares refinadas, grasas, sal en exceso y productos enlatados, debido a que tales productos afectan las funciones del organismo a diversos niveles.
2. Ejercicio
La actividad física debe llevarse a cabo al menos cinco veces a la semana durante, 30 minutos de algún ejercicio cardiovascular. En caso de no practicar ninguna actividad física, la caminata es un buen comienzo.
3. Lectura
Los ejercicios de índole mental, como los crucigramas, la lectura, el ajedrez, los acertijos matemáticos, los memoramas y los juegos donde se aborden variables del lenguaje, son muy importantes para mantener buenas conexiones neuronales y, por lo tanto, la buena salud del cerebro.
Otros factores que ayudan a retrasar la aparición del Alzheimer son el aprender nuevos idiomas y dormir por lo menos ocho horas diarias.
