De acuerdo a una investigación realizada con más de 300 pacientes por la Universidad de Manchester, el reloj del cuerpo humano podría tener un impacto significativo en la forma en que los médicos pueden diagnosticar y tratar el asma.
Hannah Durrington, directora del estudio, destacó que en las muestras de esputo (flemas) de las personas graves con esta afección tenían más del doble de probabilidades de presentar células inflamatorias (eosinófilos) en la mañana que en la tarde.
Los niveles de eosinófilos son un biomarcador y, por tanto, se consideran una guía en el tratamiento de pacientes con asma grave.
Aunque científicamente se sabe que los síntomas del asma son los más graves en las primeras horas de la mañana, los estudios demostraron que el paciente empeoraba por causas biológicas, más no por estar acostado para dormir.
La nueva investigación de la Universidad de Manchester tenía el objetivo de comprender cómo el reloj del cuerpo afecta la bioquímica de una persona con asma.
El trabajo podría ayudar con el diagnóstico y tratamiento precisos del asma en el futuro
Agregó que al tratarse del tiempo biológico, el estudio será útil para otros padecimientos respiratorios y pulmonares.
"De la misma manera que la medición de los niveles de glucosa en la diabetes permite el ajuste de la dosificación de insulina, podemos ver a los asmáticos monitorizando sus biomarcadores químicos durante el día, para ayudar a informar tiempos de tratamiento óptimos", comentó.