Hace dos años Luciana se dirigió a un optometrista porque sentía que su visión había empeorado. Tiempo atrás había ido a una óptica donde le dieron unos lentes cuyo aumento le incomodaban y le dejaban mareos y dolores de cabeza severos. Sin encontrar un progreso en su salud visual, decidió acudir al especialista para revisar a fondo lo que ocurría con sus ojos.
Luego de dos horas de estudios y pruebas con diversos aparatos, el optometrista le dijo que tenía principios de queratocono. Ella nunca había escuchado ese término, sin embargo, el especialista le explicó que era uno de los padecimientos más comunes de enfermedades degenerativas de la córnea, el cual se caracteriza por la deformación de esta capa que recubre al iris y la pupila.
Tras el diagnostico le confeccionaron unos lentes a su medida, con los cuales su visión mejoró considerablemente. Los mareos y dolores de cabeza desaparecieron. Su vista mostró un progreso significativo. Pero, esto duraría poco. Al cabo de algunos meses Luciana perdió esos lentes especiales y los problemas regresaron.
“Fui al optometrista porque no veía bien, ni siquiera con los lentes de la óptica a la que fui. Después de varios estudios pues me diagnosticaron el problema del queratocono. Me hicieron unos lentes con los cuales veía perfectamente, pero los perdí. Eran unos lentes muy bonitos y muy caros, por los mismo que eran especiales para el padecimiento. Ahorita llevo muchos meses sin usar lentes y siento que la vista se me ha deteriorado todavía más”, comenta Luciana.
Precisa que el queratocono tiene presencia únicamente en su ojo derecho y asegura que al paso de este tiempo el padecimiento ha avanzado, debido a que su vista se ha deteriorado en comparación a hace un par de años. Agrega que el ojo izquierdo se encuentra sano… relativamente, pues considera que debido hace demasiado esfuerzo con él.
Menciona que estos problemas de visión han mermado algunas actividades de su vida cotidiana. Por ejemplo, ha dejado de manejar por las noches debido a que su vista se nubla y las luces que alcanza a distinguir las percibe borrosas. Pese a que trabaja en una institución educativa, ya no lee pues no distingue las letras de los textos.
Enfermedad puede ser genética
De acuerdo con el Instituto Catalán de Retina, el queratocono se produce cuando el tejido de la córnea se deteriora, modificando su forma esférica habitual por la de un cono. Indica que estas alteraciones provocan que la visión se distorsione. Destaca que esta enfermedad suele ser detectada durante la adolescencia y puede seguir desarrollándose hasta la edad adulta.
El organismo señala que este trastorno ocular se asocia a una base genética, es decir que puede ser hereditario, toda vez que un 10 por ciento de los afectados por esta patología tienen a un familiar que la padece. Agrega que también puede aparecer esporádicamente, sobre todo por lesiones y alergias oculares.
Indica que algunos de los síntomas son visión borrosa y distorsión de las imágenes; fotofobia o gran sensibilidad a la luz, visión de destellos y deslumbramiento; irritación ocular que puede ser leve o moderada; así como astigmatismo irregular y miopía.
El Instituto Catalán de Retina señala que el tratamiento para el queratocono se establecerá en función de los síntomas y el grado de evolución en el que se encuentre. Refiere que estas medidas sirven para frenar el desarrollo de este trastorno, pues no existe una cura total.
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Entre los diferentes tipos de tratamiento se encuentran el uso de gafas o lentes de contacto semirrígidos; anillos intracorneales, que es una intervención donde se colocan anillos que anillo ejercen presión y aplanan la córnea; y el trasplante de córnea, la cual es la última opción que se debe considerar.