Los indonesios desoyen las advertencias de los expertos y están comprando grandes cantidades de ivermectina, un tratamiento antiparasitario popular entre políticos y personalidades, considerado una "cura milagrosa" para el covid-19.
El archipiélago se enfrenta a su peor epidemia desde el inicio de la crisis del coronavirus, con cientos de muertes, más de 30.000 nuevos casos diarios y un sistema de salud desbordado.
En todo el país, se dispararon las ventas en las farmacias de ivermectina, un medicamento normalmente utilizado contra las infecciones parasitarias, en parte debido a las publicaciones en las redes sociales que alaban su potencial contra el covid-19.
"Ya no los tenemos [ivermectina] porque muchos clientes han venido a comprarla", afirma Yoyon, responsable de una asociación profesional de farmacéuticos de la capital que, como muchos indonesios, tiene un solo nombre.
"La gente llega con una captura de pantalla diciendo que la ivermectina puede curar el covid", añade, explicando que el precio de la botella pasó de 175.000 rupias (12 dólares) a 300.000 rupias (21 dólares).
El entusiasmo por este tratamiento se debe también a la publicidad que hacen algunas personalidades.
"La ivermectina es una de las claves, seguras y eficaces, para acabar con la pandemia", asegura a sus 350.000 seguidores en Twitter Reza Gunawan, que se describe como un "profesional sanitario holístico" de Yakarta.
Iman Sjafei, cofundador del medio Asumsi, sostiene en la misma red social que cinco de sus familiares se recuperaron del covid-19 tomando este medicamento.
"Tal vez es un placebo. Pero quizás sea cierto", comenta.
Falta de pruebas
Sylvie Bernadi, residente de la capital, afirma que la compró para sus familiares después de leer en las redes sociales publicaciones que alababan sus virtudes.
"Muchos dicen que puede curar el covid-19, así que la compré", precisa esta mujer de 66 años, aunque reconoce que otros también se quejan de efectos secundarios.
La demanda de ivermectina, alimentada por el movimiento antivacunas y las teorías de conspiración que circulan por internet, también se disparó en otras partes del mundo, como Brasil, Sudáfrica y Líbano.
Su fabricante, Merck, asegura que la idea de un "potencial efecto terapéutico contra el covid-19 no tiene base científica" y advierte de los posibles riesgos si el medicamento no se administra correctamente.
Muchos científicos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los organismos sanitarios de numerosos países --entre ellos Indonesia-, señalan la falta de pruebas creíbles de que la ivermectina tiene un impacto positivo en el coronavirus.
"Los datos actuales sobre el uso de ivermectina para el tratamiento de pacientes con covid-19 no son concluyentes", aseguró la OMS el 31 de marzo.
"Nuestra recomendación es no usar ivermectina en pacientes con coronavirus. Esto se aplica independientemente del nivel de gravedad o duración de los síntomas", explicó Janet Díaz, responsable del equipo clínico encargado de la respuesta al virus en el seno de la ONU.
Sin embargo, el magnate y ministro indonesio de Empresas Públicas, Erick Thohir, elogió este medicamento y promovió su producción en Indonesia para contrarrestar el actual brote.