El vino tinto, una de las bebidas más populares del mundo entero, además de ser rico en antioxidantes, también contiene resveratrol, conocida como la molécula de la eterna juventud juventud, una sustancia que potencia las fibras de colágeno, previene la flacidez cutánea y retrasa la aparición de arrugas.
Además posee propiedades antinflamatorias y de protección solar y por si fuera poco, la uva fermentada contiene el polifenol, que ilumina la piel y actúa sobre las manchas que aparecen debido a la edad y a las radiaciones solares.
Precisamente, estas propiedades son las que convierten al vino en un elemento esencial para combatir el envejecimiento de la piel, difuminando las arrugas y dando juventud, elasticidad y firmeza.
Para gozar de estos beneficios, solo necesitas hacer esta mascarilla con los siguientes ingredientes:
4 cucharadas de vino tinto
2 cucharadas de miel
Preparación:
En un recipiente coloca el vino tinto y la miel y revuelve hasta unificar los ingredientes. Después, con la yema de los dedos aplícala sobre tu rostro y cuello, haciendo movimientos circulares. Deja actuar la mascarilla de 15 a 20 minutos y retírala con agua tibia, seca tu rostro y huméctalo como de costumbre.
Realiza el procedimiento dos veces por semana. Te encantarán los resultados.